Las tres del domingo
El departamento de bomberos de Glendale, Arizona, dijo que era un «rodeo en la azotea» cuando fueron llamados para rescatar a una cabra mascota que llegó al techo de una casa y quedó allí varada. La chiva aventurera finalmente pudo reunirse con su dueño. Nunca se explicó cómo pudo llegar «tan alto».
Kathleen Murray, una australiana de Sandford, es la ganadora de un concurso de los más raros de este mundo, organizado por la ciudad sueca de Gotland, en el que participaron representantes de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Francia y Croacia. Kathleen ahora luce un pulóver «viejo y usado» con el título: «Orgulloso propietario del césped más feo del mundo». Tiene que compartir el «mérito» con los bandicuts o peramélidos, fauna salvaje de Tasmania, semejantes a las ratas, causantes del escaso césped amarillento y los huecos de su patio, pero les agradece: «Me han liberado de tener que volver a cortarlo»… «especialmente desde que mi exmarido se fue con la cortadora de césped en 2016».
El georgiano Sandro Parulava, entrenador de fuerza y acondicionamiento, realizó 61 flexiones de brazos seguidas para romper un récord mundial Guinness. «Para mí, hacer el pino es el epítome del atletismo y el alto control neuromuscular», dijo Parulava, quien entrenó a diario, durante tres años, para batir el récord de 52 flexiones de manos consecutivas que estaba en poder del ucraniano Viktor Nabok en 2019.