Las tres del domingo
Kyle Simpson y Gayland Stouffer, tras un duro día de trabajo limpiando sus tierras, tuvieron una refrescante sorpresa cuando encontraron una caja negra en el campo, al parecer arrojada por la reciente inundación del río Platte, que resultó ser un refrigerador lleno de cervezas. Las fotos que subieron a las redes sociales se hicieron virales y provocaron la segunda sorpresa. Brian Healy reconoció su refrigerador por las marcas de quemaduras de un viejo incendio en su cabaña y la proporción de las cervezas Bud y Busch en el interior. «Las fotos me hicieron reír», dijo Healy, quien se comunicó con Simpson, y llegó el acuerdo: las botellas se abrirán para festejar la nueva amistad.
Una destilería estadounidense que fabrica el whisky Monkey Shoulder ha iniciado un tour en Florida, con un camión concretera repartiendo —no cemento—, sino un coctel con su producto que ha llamado Mixed Up Money: whisky, sirope de menta, jugo de limón natural, soda y una ramita de menta. Se le augura exitosa campaña promocional.
Es el tercer incidente en galerías o museos rusos en un año, por lo que se ha llamado a intensificar la vigilancia. El más reciente no provocó daños. Las imágenes de video mostraban a un hombre joven con su cabeza afeitada y vistiendo solo una tanga roja que caminaba casualmente por la Galería Estatal Tretyakov, de Moscú, y se detenía frente a un gran cuadro. El intruso calificó su acción de «performance no autorizado». En enero, la policía arrestó a un hombre que tranquilamente se llevaba bajo el brazo una obra del paisajista ruso Arkhip Kuindzhi pintada en 1908, y en mayo pasado, un hombre dañó una de las pinturas más famosas de Rusia, El zar Iván el Terrible acunando a su hijo moribundo, atacándolo con un palo de metal después de beber vodka.