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Los Guardianes del Periodismo Pornográfico, así se titula un libro caliente, porque acaba de salir de la imprenta venezolana y porque pone al desnudo el uso de lo obsceno en el periodismo para causar impacto y apelar a las sensaciones más íntimas de las personas, como lo calificara en la presentación Andrés Izarra, presidente del canal Telesur, y autor de la investigación junto al periodista cubano Félix López.
El libro denuncia cómo cierto periodismo venezolano utiliza lo que Izarra llama lo «obsceno» para trata de generar caos en la opinión pública, y que es parte de una campaña intensificada con motivo de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, pero que tiene nido en el exterior.
A mediados de agosto, el diario opositor El Nacional publicó en su primera página y a gran tamaño una fotografía de la morgue con un conjunto de cadáveres para «demostrar» las consecuencias de la violencia.
Pero la foto era de 2006, no tenía justificación noticiosa y en una entrevista que le realizara la cadena estadounidense CNN al director de El Nacional, prácticamente este reconoció que el proceso electoral en Venezuela la «justificaba».
Precisamente cuando hablaba en la presentación del libro, en un Teatro Teresa Carreño a lleno completo, Izarra apuntó que en la nueva fase de la lucha mediática, se observa una influencia de la gusanera miamera-cubana, y al respecto citó un reportaje a dos páginas aparecido el lunes en El Nuevo Herald, en el que alertan sobre un supuesto fraude en las elecciones, el juego en que parecen estar montados los opositores si los resultados del domingo no les son favorables.
Añadió también que la CNN ha caído en manos de esa gusanera miamera-cubana y ha recurrido a lo obsceno en sus ataques contra el presidente Hugo Chávez y el Gobierno Bolivariano.
«Como en 50 años no han podido hacer nada contra Cuba, tienen en Venezuela no solamente sangre fresca de la derecha local sino un nuevo objetivo sobre el cual enfocarse. Por eso acuden a la obscenidad, la mentira y lo vulgar para generar matrices de opinión que buscan influir en el desempeño de las elecciones», puntualizó Izarra.
Hace unos pocos días, la periodista estrella de Corporate News Network (CNN) en español entrevistó al terrorista venezolano Raúl Díaz Peña, quien ha recibido refugio en Miami —dónde si no— y estuvo seis años preso por haber colocado bombas en varias embajadas, pero que gracias a una medida de un juez logró salir de la cárcel, y voló de inmediato a Estados Unidos.
CNN le dedicó tiempo de su transmisión al terrorista y el hecho fue especialmente repudiado por el presidente Chávez.
Desesperación e irracionalidad, así llamó Izarra a esta campaña de la derecha venezolana e internacional en la que está enfrascada CNN.
El tema me lleva a otra información aparecida este martes en la página web de la emisora Democracy Now, que también involucra a CNN y su particular manera de informar.
Un destacado corresponsal de guerra australiano, Michael Ware, dijo en entrevista con el canal ABC de su país, que presenció cuando un soldado de Estados Unidos disparaba a un adolescente iraquí por la parte de atrás de la cabeza; el muchacho yació durante 20 minutos, y el gigante noticioso CNN rehusó transmitir ese crimen de guerra de las tropas estadounidenses en Iraq.
CNN decidió que «era demasiado gráfico» para transmitir el video, que es de su propiedad, y no pasará, por ahora, a formar parte de las filtraciones de Wikileaks.
«CNN no quiere perturbar al rebaño», decía el comentario de un lector en Democracy Now. Y otro recordaba que durante años ha estado alertando que si usted ve muchos noticieros de la televisión por cable «su cerebro está siendo lavado por la corporocracia (…) Foxy News es para las ovejas de la derecha. CNN, MSNBC, ABC, C…BS, no son mejores” (…) Goebbels parece un niño del coro…»