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Ha sido una tremenda sorpresa. Desde hace mucho no se veía esta expresión de protesta en Estados Unidos, pero ahí están los camioneros independientes bloqueando el tráfico en las autopistas de la nación con un paso de jicotea contra la subida que parece imparable del precio del combustible. Ya les cuesta casi cuatro dólares el galón de diesel que cuando Bush inició su segundo período en la Casa Blanca pagaban a 1.60 dólares.
Reunión aquí, reza el cartel al frante de un camión cuyo operador está de huelga. Foto: AFP En New Jersey el convoy de camiones se perdía en lontananza; en las afueras de Chicago bloqueaban el tráfico y se producían arrestos; hubo atascos en Pennsylvania; la lentitud reinó en el puerto de Tampa; y decía un reportaje publicado en AlterNet que, cerca de Buffalo, un chofer declaraba a la prensa que se tomaba una semana libre «para rezar por la economía».
Sonaron los cláxones en la Interestatal 77 de Carolina del Sur y también en Georgia; ya hablan de una protesta en Indiana el 18 de abril; otra en la ciudad de Nueva York y una gran convergencia de camiones en Washington, la capital, para el día 28.
Por supuesto estos son los camioneros que operan sus vehículos propios, pues las grandes compañías han hecho amenazas de despido a los empleados que se atrevan a apoyar la protesta.
Todo comenzó el 1ro. de abril, organizado mediante Internet y sus transmisiones por radio (CB). Piden la rebaja de los precios y que el gobierno libere las reservas de combustible, también que se investiguen las ganancias de las compañías petroleras, porque sus pequeños negocios independientes van a la bancarrota, mientras la administración Bush ha encontrado 30 000 millones de dólares de la hacienda pública para darle financiamiento de emergencia y mantener a flote a Bear Stearns, el quinto banco de inversión más grande de Estados Unidos y unos de los «gigantes» de Wall Street, tras conocer el deterioro de su liquidez. A ese sí que lo apuntalan.
La recesión económica que la administración Bush se niega a reconocer busca sus principales víctimas entre los pequeños y se prevé que el verano verá un declive mayor de la situación cuando el Departamento de Energía pronostica que los precios en algunas partes del país «cruzarán el umbral de los cuatro dólares el galón».
Sin embargo, la prensa apenas ha «notado» este acontecimiento que pudiera anunciar malos presagios. Sobre los camioneros descansa el transporte del 70 por ciento de los bienes en Estados Unidos, por lo que la huelga que se está gestando pudiera llevar a límites extremos una situación económica en franco deterioro.
Por ahora, en los radios CB se escuchan algunos mensajes como este: «Se trata de todos nosotros los propietarios de casa hipotecadas, los trabajadores de la construcción sin trabajo, los ancianos que no pueden pagar sus cuentas de calefacción... Esta no es la acción de los camioneros, sino del pueblo».