Frente al espejo
«Muy de acuerdo contigo, mi amigo (Correctivos escolares, Juan Morales Agüero, 20 de diciembre). Como todos lo conocemos en nuestro natal Manatí, es cierto que un coscorrón es bueno en ocasiones, pero hay padres de estos tiempos a cuyos hijos no se les puede ni mirar atravesados cuando estos interrumpen la clase con sus indisciplinas. En su mayoría son los que no visitan la escuela ni van a las reuniones para ponerse al tanto de la situación de sus hijos, y le quitan la fuerza moral al profe. Mis hijos fueron educados bajo buenos principios y costumbres y así van mis nietos. Apoyamos la escuela y a los profes en todo lo que podemos y les enseñamos que el maestro merece todo el respeto del mundo». (Cachita)
«Soy profesora con 40 años de experiencia y estoy en contra de castigos corporales. Creo que en la educación interviene no solo la escuela sino también la familia, la comunidad, el grupo, los medios de comunicación, y todo lo que rodea al niño o adolescente». (Vega)
«Los métodos pedagógicos, como cualquier otro, deben evaluarse por los resultados y no tanto por la intención, independientemente de la época y el contexto social. Para eso debemos preguntarnos: ¿Tienen la generación actual y las recientes una mejor educación formal (el término no se refiere a la escolaridad) que las de aquellos años 60? ¿Está mejor preparado para afrontar la Universidad un estudiante graduado de 12mo. grado de estos tiempos que uno de aquellos años a los que el autor del artículo se refiere? Si las respuestas a estas y otras interrogantes son afirmativas, entonces la época de la complacencia educativa, de los padres tolerantes y de los profesores con escasa autoridad, son superiores porque han sido validados por los resultados; pero si las respuestas son negativas entonces se requiere redireccionar la propuesta pedagógica, y no solo en Cuba, sino en muchos países donde los resultados son similares». (Carlos Alemán)