Frente al espejo
Con este artículo (Cuando se olvidan los juguetes, Yunet López Ricardo, 10 de noviembre) has hecho que le salgan las lágrimas a esta madre de dos niños lindos, ya uno despuntando a la adolescencia y el otro a punto de cumplir dos añitos. Me hiciste pensar en un futuro no muy lejano pues como mismo tú dices: «Los meses corren a veces más rápido que las aspas de un molino en tarde de nubarrones». Es triste, pero a la vez reconforta el verlos crecer. Solo espero que mis niños se quieran tanto como tú quieres a tu hermano. (Daljy)
Me encantó el artículo, y más porque me hizo ver lo grande que está mi niño de 14, y a la vez tan enano, como yo le digo cariñosamente. Espero que cuando crezca sea un hombre de bien, informático para que le saque provecho a ese amor a la compu... (Yami)
Sí, es cierto, la vida pasa tan de prisa que ni nos damos cuenta del tiempo que pasa por delante de nuestros ojos. Tengo dos hermanos y, aunque a veces discutamos, los quiero con la vida y todavía me acuerdo cuando ellos eran más pequeños. (100pre@mor)
Me pareció muy oportuno el artículo (Mejor terapia que milagros, Mileyda Menéndez, 6 de noviembre), pues generalmente elaboramos la expectativa de que la terapia es la solución a nuestros problemas. Por eso es necesario conocer que la misma está destinada al cambio, pero ese cambio quizá no es el que teníamos concebido para nuestra vida, sin embargo puede lograr nuestro bienestar. (Diana)
Yo creo que lo que debe primar en cualquier pareja para que funcione es el amor y la comunicación. Si fuéramos capaces de hablar con nuestra pareja las cosas que nos afectan, lo que nos gusta o lo que no, estoy segura que todo fuera un poquito mejor. Dicen por ahí algo como que una pareja feliz es una larga conversación que siempre parece demasiado corta. La terapia de pareja es una alternativa, pero no hace magia, y si no hay amor, de nada sirve forzar lo que no es. Saludos.... (Barbie)