Frente al espejo
«Este comentario (Qué finooo! Alejandro Chipepo Font, 22 de octubre) es muy interesante porque el tema de la moda se ha tornado bastante polémico, al punto de que algunos aseguran que clasifica ya como “fenómeno” y no como un mecanismo regulador de elecciones, realizadas en función de unos criterios de gusto.
«Para muchos la moda puede ser un estilo de vida, pero en este contexto, los estilos y tendencias deben estar acordes con la personalidad, la edad, la actividad laboral que se realiza, el lugar al que vamos a acudir, etc. Quizá algunas de estas apreciaciones sobre la moda carezcan de valor específico y se aprecien como algo relativo. Y es natural, como también lo es que cada cual se vista según su gusto, pues son muy exiguas las leyes o regulaciones —si es que existen— al respecto.
«Sin embargo, hay “modas” y modos que rebasan lo normal... actitudes que sí merecen ser criticadas. Solo hay que salir a la calle y observar. Recuerdo que mis abuelos decían; ¡Pobres, pero decentes! Es recurrente ver a muchas personas (generalmente hombres) andar en camiseta, short y chancletas en diversos espacios públicos. No solo eso: van sudorosos, como si hubiesen salido de picar piedras en una cantera, con los pies sucios (...) aunque en las prendas de vestir que exhiben, reflejen —opacamente— marcas reconocidas. ¿Puede esto considerarse moda?...
«Mucho más podría decirse sobre el tema. Solo quiero agregar que la moda también encierra cultura, respeto y buen gusto, por lo que no debemos hacer un uso arbitrario de ella (…) No olvidemos que el encanto y la verdadera belleza de las personas están en su interior». (Nelson Leyva de la Torre)