Frente al espejo
«Excelente trabajo, Dunnia (Del placer a la adicción, Dunnia Castillo Galán, Informática y nuevas tecnologías, 14 de febrero). La felicito. Soy graduado de la Universidad de Ciencias Informáticas y conozco a adictos a los juegos (nunca lo he sido... será porque, de pequeño, en casa nunca tuve consolas y sí muchos libros de aventuras). Coincido con usted en que el exceso de videojuegos es dañino, sobre todo en los más jóvenes. A mis hijos no los dejaré jugar más de una hora diaria e intentaré conquistarles esa hora con alguna otra actividad física, o intelectual (como la lectura, o juegos de invención), pero que resulten igual de divertidas para ellos.
«Sin embargo, creo que estos juegos siempre van a existir porque son el reflejo de una sociedad violenta y turbia. Lo que debe cambiar es la humanidad y la manera en que vivimos y pensamos, por una cultura de paz, más sensible con la naturaleza y con la vida. La película Avatar —producto muy positivo de la tecnología— es una reflexión sobre el modo de ser de los humanos y lo mal que nos relacionamos con nuestro entorno. De manera que la tecnología no es parte del problema sino parte de la solución, pero: ¿cómo usamos todo ese conocimiento acumulado durante cientos de miles de años para cambiar la forma de vida de nuestra especie?». (Ramón)