Frente al espejo
«Mi respeto para usted, amigo José Alejandro (Dañinos silencios, José Alejandro Rodríguez, 27 de junio). Ha sido más que claro: en estos tiempos que corren lo más importante es estar informado. Pienso que debe ser una preocupación de cada ciudadano, pero también debe ser tarea número uno del Estado socialista que queremos mantener y perfeccionar». (Y. Cervantes)
«He leído con mucha alegría este artículo (Edén en La Habana, Yoel Suárez y Víctor Fonseca, estudiantes de Periodismo, 25 de junio). Conozco el Proyecto Edén desde hace varios años, incluso antes de que se hablara de agricultura urbana y de proyectos comunitarios. Había hecho referencia a él para hablar de las posibilidades humanas cuando la fe en lo que se hace es sólida. Es una demostración más del “Sí se puede”, que es la “filosofía” de los triunfadores. Por eso me alegra que pueda llegar a todos de esta manera… Lo más importante del proyecto Edén ha sido lo que ha logrado en la gente. Miguel Ángel Figueredo Coucelo (su principal protagonista) ha logrado hacer con sus manos algo maravilloso porque lo ha hecho con amor y por amor, y todos sabemos que “solo el amor engendra la maravilla”». (Juan José Vinardell García)
«Quisiera criticar una falta de ortografía en este periódico tan importante. En el sexto párrafo del artículo Irán redobla defensa ante previsible ataque de Estados Unidos (página Internacional, sábado 26 de junio) se escribió “deseperadamente” en lugar de “desesperadamente”. Pienso que el proceso de edición debe evitar que sucedan estas cosas». (Yorguy Batista)
«Ciro: cada artículo suyo que leo me enseña más de la Historia de Cuba que todo lo que di en la escuela, porque nos acerca más a los héroes, mostrándolos también como los seres humanos que fueron, en la época y las condiciones que vivieron (Con un palo y una lata, Ciro Bianchi Ross, página de Lectura, 20 de junio). Conservo una colección de sus trabajos desde el 2003 hasta acá, y son para mí una máquina del tiempo, que pretendo un día enseñar a mis hijos, para que puedan beber de la fuente de su pluma y aprender de la Historia nuestra, la contada en los libros y la otra, la popular, no menos importante. Saludos y siga así por siempre». (Yasmany)