Frente al espejo
A propósito de la publicación del comentario Miami al son de los Van Van (Lázaro Fariñas, 5 de febrero), recibimos este mensaje:
«4 de febrero, 9:00 de la noche, Coliseo de Puerto Rico. Se apagan las luces y acabó la espera. Estábamos en presencia de la Banda más poderosa del planeta, proveniente de la Tierra Madre, Cuba. Su potencia fue tal, que la intensidad no mermó un solo segundo, la sangre hervía y los pies se movían solos, pero la conciencia se activó ante el imponente y consistente mensaje de orgullo, firmeza y unión latinoamericana de Juan Formell y Los Van Van.
«Puertorriqueños y cubanos unidos, una vez más, bajo un mismo techo, como debe ser, al son de la música que nos identifica a todos, la música que nos parió. Fue entonces cuando la magia “vanvanera” nos hizo recordar que la música y su amor inmortal rompen bloqueos, maldades y malas intenciones de cualquier naturaleza, y que lo que nos une es mucho más poderoso que cualquier eventualidad que nos diferencie.
«No fue un concierto, fue una clase. Esa noche fuimos uno, y salimos de allí con la esperanza de que al amanecer seguiríamos siendo uno y que el germen colonial no conseguiría que, una vez más, olvidásemos quiénes somos o debemos ser. Fuimos San Juan y fuimos La Habana al ritmo del Tren. Fuimos un solo corazón latiendo al unísono, un solo abrazo y una sola conciencia, ante la visita de los hermanos mayores que a través de su música nos volvieron a recordar que vale la pena vivir de pie.
«Han sido muchas las experiencias que hemos compartido, que nos han hecho sacudir y mantener la frente en alto, y como en otras ocasiones, esta vez, jamás olvidaremos esa noche, la noche en que cantamos, la noche que bailamos, que aplaudimos y que lloramos… la noche en que todos en Puerto Rico fuimos Van Van. (Tito Caldero, representante de los músicos boricuas Tito Auger y Roy Brown)
«Magnífico su trabajo (Una ayuda olvidada, Ciro Bianchi Ross, página dominical de Lectura, 24 de enero). Ha resumido en varias cuartillas una larga historia. Gracias por darme los elementos necesarios para ayudar a que se conozca el enorme papel de Cuba en la historia de EE.UU.». (José Luis)