Frente al espejo
«Como cubano y revolucionario me siento orgulloso de poder felicitar a su aguerrido colectivo por cumplirse un nuevo aniversario del nacimiento de Juventud Rebelde.
«Soy un asiduo y ferviente lector de este diario por las importantes cosas que se editan, la forma en que se tratan los planteamientos que presenta la población y la profesionalidad, profundidad y frescura que se observa en los temas y asuntos que abordan en sus diferentes ediciones. Es un perenne educador e instructor con la savia que tiene nuestra juventud.
«Desde mi etapa de joven —por espacio de 15 años fui cuadro de la querida UJC— siempre estaba al tanto de la salida en horas de la tarde del periódico, incluso tengo guardados algunos ejemplares que por los temas abordados los considero de suma importancia para consultarlos y estudiarlos de manera permanente...
«Les deseo muchas cosas buenas para usted y su colectivo y los exhorto a que continúen avanzando y ocupando el histórico lugar que les ha correspondido en esta etapa del desarrollo de la Revolución.
«Martí expresó que “La juventud ha de ir a lo que nace, a crecer, a levantar”. Ustedes siempre proclaman esa idea junto a las del Che y a las del querido Comandante en Jefe Fidel. Adelante, eternos jóvenes, que la patria os contempla orgullosa». (Lázaro Tito Valdés León, un siempre joven lector de este periódico)
«Me emociono mucho ante el milagro de los buenos artículos. José Aurelio Paz lo ha hecho una vez más en el espacio de opinión del 30 de septiembre, con El milagro de las teclas y los duendes... Logró hacerme sentir presente y atraída por la magia de los duendes y los tecleros de Juventud Rebelde. Felicidades a todos aquellos que concurrieron al encuentro que se menciona en el trabajo con el traje de la alegría, a ser felices con la unión de todos por todos, y que con mucha justeza fueron capaces de recordar a quien no puede recordar. Creo en los duendes que, como el autor, dan lo mejor de sí por alimentar el alma». (Elena Hernández Rodríguez, Matanzas)
«Estimado doctor Dávalos: Al leerlo habitualmente o escucharlo en la Mesa Redonda me he convencido de que usted domina totalmente el sistema jurídico en los Estados Unidos... Escuchando sus análisis fui comprendiendo lo difícil que resulta hacer justicia en ese país.
«Sé que las leyes aprobadas en el Congreso son inapelables y que no caducan. Solo pueden ser examinadas en parte. Una misma ley puede tener una o varias enmiendas.
«No sé cómo se las arreglan para sancionar a alguien a dos cadenas perpetuas y varios años de prisión a la vez, y cómo un Presidente de nación está facultado para vetar una ley del Congreso con la cual no está de acuerdo.
«Todo ello me viene a la mente con el posible sustituto de la Casa Blanca. La ley Helms-Burton es una ley aprobada por el Congreso y rubricada por el Presidente.
«¿Qué pudiera hacer el Ejecutivo contra una ley del Congreso? ¿Pueden modificar su alcance con una enmienda? Me gustaría que usted incursionara en este tema...» .(Manuel Andreu Pérez)
«Compañera Dora Pérez Sáez: En su reportaje del domingo 6 de octubre sobre la Isla de la Juventud, titulado La isla que aún soñamos, usted hace una síntesis de la historia de este territorio que, si se lee con cuidado, uno se percata de que durante mucho tiempo esta isla fue considerada un simple espacio y no una identidad, como lo es desde hace ya más de cien años... Ese asunto de la identidad aquí es un problema vigente, por la erosión que sufre ese sentimiento constantemente.
«Nuestras universidades —tenemos cuatro— pudieran ser las mejores del país a la vuelta de unos años. Aquí pudiera construirse el mejor centro internacional para la investigación de los huracanes y el aprovechamiento de su extraordinaria energía. Esta isla pudiera convertirse en el polo científico más importante de Cuba a partir del talento de sus propios habitantes. La mejor escuela de música, o de Artes Plásticas, o ambas, de América Latina dentro de quince o veinte años, pudieran ser las nuestras.
«Vivimos en el camino de los huracanes, no nos vamos a mudar, pero nuestros cimientos, nuestro muro de contención lo vamos a levantar en el cerebro de nuestros niños, desde que nazcan. Así nos soñamos nosotros, y así le pido, humildemente, que nos sueñe usted. Reciba un abrazo de este pinero que no cree en fatalismos geográficos». (José Antonio Quintana Veiga)
«Me gustó mucho tu artículo del domingo 19 de octubre (Diferentes sí, indiferentes no, Mileyda Menéndez Dávila). Siempre he pensado que la esencia de tu mensaje, que puede resumirse en aquello que dijo Benito Juárez “El respeto al derecho ajeno es la paz”, es la clave para las buenas relaciones entre todos los grupos humanos, parejas, familias e incluso países. Sería muy bueno que todos pensáramos así. Seguramente habría menos conflictos de cualquier tipo y el mundo sería un inmenso hogar». (Gervasio Rodríguez)