Frente al espejo
«QUIERO felicitarle por su labor tan importante y profesional (José Alejandro Rodríguez, sección Acuse de Recibo). Si José Martí viviera físicamente, no me cabe duda que se sentiría muy orgulloso de periodistas como usted, que hacen un trabajo esencial desde la trinchera de las ideas.
«Con todo respeto lo he bautizado a usted como “El mejor fusil de la Batalla de Ideas” y le voy a explicar por qué. Así como a una batalla no se puede ir sin fusil, ahora no se puede pelear sin el arma esencial que es la verdad. Y al leer sus trabajos y escucharle por la radio, siento un profundo orgullo de nuestro periodismo y siento también que no tiene mayor compromiso que publicar la verdad. Ninguna sociedad es perfecta y la nuestra tampoco. Creo que hacemos muy bien con preparar nuestras armas para repeler cualquier equivocada agresión imperial si sucediera, pero las armas más poderosas no son precisamente esas, sino la modestia, la verdad, la vergüenza.
«Gracias por disparar cada día sus acertados y apasionados artículos. Nunca silencie su fusil. Estoy seguro de que millones le siguen y escuchan... Hoy requerimos de hombres que se atrevan a luchar contra la irresponsabilidad, la indiferencia y el conformismo». (Eduardo Ledo)
«Estimada Celima Bernal: He vuelto a hojear un JR diario después de varios meses sin hacerlo, y no por mi voluntad sino por la imposibilidad de “atraparlo”. Largas horas de trabajo me “condenan”, y permanezco más bien lejos de la prensa escrita y de los otros medios... Pero hoy he encontrado su sección (Palabras que van y vienen) y he vuelto a sentir optimismo, pues veo con agrado que también se ha dedicado un espacio al lenguaje en el Rebelde...». (Odalys de la Caridad Figuerola)
«Mi felicitación a Osviel Castro, Luis Raúl Vázquez y Diego de Jesús Alamino por sus trabajos publicados en la edición del domingo 27 de enero.
«Como plantea Osviel en su comentario Martí de carne, así hay que ver no solo a Martí, sino también al Che, a Fidel y a todos los que nos han legado un caudal de enseñanzas.
«Estoy plenamente de acuerdo con Luis Raúl (comentario La brújula de papel). A veces cojo demasiada “lucha” con las indisciplinas, incluso a expensas de que me digan improperios. Pero creo que lo que más daña es la indolencia y la falta de hábito. Dentro de la indolencia incluyo a quienes ven a jóvenes rayando los ómnibus o las paredes, y te dejan sola “luchando contra molinos de vientos”... Debe llegar el día en que se tomen medidas drásticas al respecto.
«También concuerdo plenamente con Diego de Jesús (El ejemplo y los valores). Aunque mi familia no tenía muchos bienes materiales, siempre me sentí orgullosa de ella por su honradez. Su artículo me hizo recordar la historia del obrero que cambiaba bombillos en un central azucarero y compraba los de su casa en la ferretería. Así debe ser hoy, aunque a veces “en casa del herrero, no hay cuchillo de palo”». (Frances Odesa Ford Marshall)
Y concluyo la sección solicitando disculpas a los lectores y al colega Juan Morales Agüero por un error que cometí en la edición del pasado 22 de enero. En esa fecha se cumplió el aniversario 60 del asesinato de Jesús Menéndez, y publicamos una breve crónica de Juan sobre la visita que en 1947 hizo el General de las Cañas a la localidad tunera de Manatí. El epígrafe que colgué al trabajo —Día del Trabajador Azucarero— fue una obra maestra del disparate. No es el 22 de enero y sí el 13 de octubre.