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Veinte años sí es mucho…

Luciano López Betancourt (calle 4ta., No. 58, entre Serafín Sánchez y Julio Sanguily, Santiago de Cuba) lleva ya 20 años sufriendo un vía crucis con la penetración de aguas pluviales y albañales al interior de su casa, tras la demolición en 2005 de una vivienda colindante con peligro de derrumbe.

La demolición, explica, la hizo una brigada de Mantenimiento Constructivo del Poder Popular, la cual dañó el sorribe que protegía todas las paredes del lateral izquierdo. Luciano envió una queja al primer secretario del Partido, entonces Lázaro Expósito Canto, el 18 de febrero 2018; y al Consejo de Estado y de Ministros el 28 de agosto de ese año. Solicitó un exceso de terreno existente, por la vulnerabilidad en que quedó su vivienda, para construir un muro de contención.

La petición fue remitida al Gobierno Provincial, y de ahí al Municipal. En este último, le hicieron el expediente 989, que fue pasado a la entonces Planificación Física. Y se radicó expediente 1032/19 el 3 de julio de 2019, para la construcción del muro de contención.

«En julio de 2020, refiere, tras la visita de varias comisiones de funcionarios del Inotu en mi casa para verificar in situ el problema, aprobaron el exceso de terreno a todo lo largo del lateral izquierdo, con Resolución 473 de 31 de julio de 2014, pero de manera errónea concedieron solo un metro cuadrado de terreno para construir un muro de contención».

Desde entonces, dice, vive una odisea. Primero, trámite para actualizar Regulaciones Urbanísticas, Resolución 2104/22 de 20 de julio de 2022; después trámite de solicitud para actualizar el título de propiedad el 12 de octubre de 2022, en el cual emitieron otra Resolución 2186 del Inotu.

Con ese trámite, Luciano le planteó al redactor de la mencionada Resolución, tras leer detenidamente el documento, que continuaba el error de un solo metro cuadrado, que eso no se ajustaba para construir el muro. Y este manifestó que eran 12.11 metros cuadrados, y  que tenía una tasa de 21 pesos. Que de no cumplir lo estipulado, el trámite sería archivado por tiempo indefinido.

Luciano hizo el pago de 254.31 pesos en la Sucursal 8301 de Bandec el 25 de octubre de 2023, y luego lo inscribió en el Registro de la Propiedad, como se orientó.

«Después de registrar los supuestos 12.11 metros cuadrados, señala, a la postre corroboré que todo fue incierto. A partir de entonces, comencé otra temporada de queja. Pero desde febrero de 2024, comenzaron a simular un nuevo trámite, con más de 15 repeticiones entre certificos de catastro y resoluciones con errores, como si fueran principiantes.

«En ese lapso de tiempo, dice, no aparecían por más de cinco meses el Título de Propiedad y el expediente, que habían sido entregados al técnico especialista en Catastro, quien no reveló nunca el destino». Solo en ese período Luciano se personó en el Inotu en más de 25 ocasiones, sin recibir respuesta. Y el 2 de septiembre de 2024, tras otra batalla, le notificaron la entrega del trámite, última Resolución, que llevó para inscribirla en el Registro de la Propiedad.

Y al entregarla en el Registro, hubo que devolverlo al Inotu ¡por tercera vez! Esta vez por tener el mismo número de folio y fecha de confección con que se inscribió el del craso error del metro cuadrado. Debían hacer una nueva, con folio y fecha actualizados, subsanando.

Desde entonces, dice, el abogado se ha negado a darle solución al problema. Siempre con evasivas. El 7 de noviembre de 2024, se le hizo un análisis. Y estuvo presente un equipo de directivos, además del director del Inotu, Jorge Morell, quien expresó que el aludido debía hacer la Resolución nueva, como está establecido en estos casos, de oficio. El abogado se comprometió a cumplir la orientación, y entregarle la Resolución el 15 de ese mes. Y no cumplió. Me dijo que buscara un abogado de otro Distrito, para que me la hiciera.

«Obviaron la determinación del director Morell. La Resolución hay que hacerla de oficio. Y comenzar un nuevo Trámite de Reclamación de Derecho, por segunda vez, tiene una duración de 90 días hábiles… empeorando la situación en mi casa y con el peligro que corremos, debido al acelerado deterioro de paredes y cimientos. Y hasta hoy, 6 de enero de 2025, no se vislumbra la solución», concluye.

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