Acuse de recibo
Luis Maikel Del Amo Laza (Concha No. 261, apto 1, entre Acierto y Villanueva, Diez de Octubre, La Habana) cuenta que es cartero integral del correo Habana 20, y el 25 de junio de 2024 la administradora de esa entidad se reunió con los trabajadores para informarles sobre las utilidades del primer trimestre de ese año.
Y planteó que, por decisión de la Empresa, atendiendo a que el monto de las utilidades era bajo, se proponía cambiar estas por una jaba de víveres y otra de aseo. Y eso sería solo por ese trimestre, de manera que se retornaría al pago en efectivo en el próximo. Los trabajadores estuvieron de acuerdo, y se firmó un acta, la cual obra en poder de Luis.
«Pero cuando se nos citó para adquirir las jabas en diciembre, afirma, se me exigió pagar 1 500 pesos, además, por la jaba entregada en sustitución de las utilidades, lo que violaba el acuerdo firmado, a lo cual me negué. Y no se me entregó la jaba de fin de año ni las utilidades durante todo el período».
Señala Luis que ha reclamado por escrito el 30 de diciembre al director del Grupo Empresarial, Pablo Julio Plá, con copia a la directora de la Empresa Habana Centro, Edelys Hernández. Y hasta la fecha no tiene jaba ni utilidades, ni tampoco respuesta.
«¿Es esta la forma en que se estimula a los trabajadores de una labor que tanto incide en la población?», pregunta el remitente.
El 29 de octubre de 2024, Ibis Caridad Castañeda Montenegro refería aquí que la alcantarilla que está al frente del edificio sito en Maloja No. 169, entre Manrique y San Nicolás, en el municipio capitalino de Centro Habana, se encontraba totalmente tupida hacía tiempo. Y en algunos meses la situación había empeorado.
Añadía que en mayo del pasado año se les contaminó la cisterna del edificio con aguas albañales. Los vecinos, con su esfuerzo, la limpiaron y cloraron. Pero la contaminación de la alcantarilla tenía tupida la línea del edificio. Y al llover, se inundaba. Con el enjambre de mosquitos, su niño, ella y su esposo contrajeron Oropouche.
Se dirigieron a la delegada de la circunscripción, quien les comunicó que el registro se encontraba tupido, y por ende la línea afectada. Y que por falta de transporte y de petróleo no se podía solucionar el problema.
«¿Realmente no se podrá solucionar una urgencia de salud?», preguntaba este redactor.
Al respecto, responde Eladio Cobas Martínez, jefe del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que en visita allí por el funcionario Humberto Llanes Ribalta, se comprobó que los vecinos le dieron solución a la filtración que tenía la cisterna, la cual presentaba fisuras en las paredes, y se logró la impermeabilización.
Precisa que se inspeccionó el sistema central de alcantarillado en la zona de conjunto con Ibis Caridad, el cual se encuentra trabajando correctamente; no así el sistema de drenaje pluvial, que amerita un mantenimiento integral. Se coordinó con la Base de Saneamiento Centro para realizar el trabajo en el actual mes de enero.
Se le explicó a la cliente que la brigada de limpieza de tragantes, con el empleo del carro de alta presión, desobstruirá los tragantes de la zona. Y se le orientó que la obstrucción que persiste dentro del inmueble debían reportarla a la Dirección Municipal de la Vivienda para que gestione su solución con el organismo competente, concluye.
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