Acuse de recibo
El pasado 22 de marzo, Rosaura Valdés Harris denunció aquí la insalubridad en que vivían los residentes en el edificio 18 Plantas Turquino, de la ciudad de Santiago de Cuba, por una tupición en su sótano.
«Por ello, decía, se les afectaba el abastecimiento de agua, pues la turbina se encuentra en ese local, donde también hay corriente de alto voltaje muy peligrosa para quienes tienen que encenderla, además del riesgo de contraer enfermedades con esas aguas albañales».
Refería que lo reportaron a Aguas Santiago, que acudió allí, pero solo destupieron hasta los límites del edificio, pues su objeto social es la red exterior y concluye en los límites de la entrada al Turquino. Y los remitieron a Mantenimiento Constructivo, entidad que respondió que no tiene materiales para realizar el trabajo interior.
Rosaura reconocía que fue atendida telefónicamente por Aguas Santiago, que hizo varias visitas al inmueble y trabajó hasta sus límites en cuatro ocasiones; pero, lógicamente, la tupición continuaría hasta que no se resolviera la parte interior.
«Con respecto a Mantenimiento Constructivo, se personó allí el encargado de nuestro edificio, y lo atendió Maritza Rojas, quien señaló que no existen los materiales para realizar el trabajo».
Al respecto responde Miguel Montejo Samada, subdirector de la Dirección Municipal de la Vivienda en Santiago, que en visita realizada por él mismo al edificio, junto a otros funcionarios, verificaron lo planteado por Rosaura sobre la tupición en el sótano.
Entonces, añade, Aguas Santiago realizó, como paliativo, trabajos de desobstrucción con el equipo especializado en la línea sanitaria desde la salida del edificio hasta la red de alcantarillado, pero la solución final será abrir la acera, descubrir el registro que se halla bajo tierra y desobstruirlo, acción que se realizará cuando se disponga de los recursos necesarios.
Indica que para intervenir en las redes internas de la edificación, la Dirección de la Vivienda realizó levantamiento técnico del área afectada, que incluye los trabajos de reposición de las tuberías de 160 ml ubicadas en el sótano, acciones que fueron ejecutadas el 20 de abril por la Empresa de Mantenimiento Constructivo No. 2. Por ello, el caso quedó solucionado en parte.
Rubén Suárez Silva (calle Martí esquina a Villalón, barrio Primero, Las Tunas) reconoce públicamente la labor de los trabajadores del Centro Oftalmológico del hospital Ernesto Guevara de la Serna, de esa ciudad.
Señala que ese colectivo es en sí una familia, por el amor y el respeto que se profesan unos a otros. Y en esa familia están sus pacientes, a quienes tratan como a seres queridos.
«La atención afectuosa, acompañada de la calidad profesional, son encomiables, afirma. La Dirección de ese hogar de salud ha de estar orgullosa de contar con un equipo laboral tan brillante, tan dedicado, tan vocacional. Este agradecido paciente, junto a su familia, viven orgullosos y complacidos por contar con la atención de ese grupo de dignos y esmerados trabajadores, que a pesar de las carencias y dificultades conocidas, le ponen manos y corazón a su Patria», concluye.