Acuse de recibo
El pasado 25 de octubre, desde la ciudad de Santiago de Cuba, Alexey Cordovés Téllez, escribió a esta columna solicitando ayuda y esperanza de solución para su tormento.
Alexey, quien vive solo, presenta insuficiencia renal crónica y recibe hemodiálisis. Cuenta que en 2012 su casa sufrió afectaciones con el huracán Sandy. Y fue en 2020 que a su madre, entonces en vida, le asignaron un subsidio. Pero ella falleció en noviembre de 2021, y él no había podido
acceder a ese financiamiento desde entonces.
«Me pregunto qué ha sucedido con ese presupuesto asignado por el Consejo de la Administración Municipal, decía. ¿Cómo es posible que se apruebe un financiamiento y no se le dé seguimiento para que se concluyan las acciones previstas?».
Refiere que antes de fallecer, su mamá hacía gestiones para que se aprobara una brigada de construcción, pero ahí se quedó todo. Y ahora la situación constructiva de la vivienda ha empeorado de manera considerable. Posee elementos estructurales, como columnas, vigas y losas de cubierta descorchadas y agrietadas, afectación en las redes eléctricas y luminarias a causa de las filtraciones por algunas paredes, redes hidráulicas interiores afectadas por roturas y deterioro, que no permiten su funcionamiento en parte de la cocina y el baño.
El pasado 19 de octubre se cayó una parte del techo sobre su cama. «Desearía que mi caso se investigue con profundidad, porque me siento desprotegido», concluía.
Al respecto, responde Yarislín Matos Palú, directora municipal de la Vivienda en Santiago de Cuba, que el caso fue valorado por esa entidad en varias ocasiones, en específico por los directivos y funcionarios del Distrito 2 de esa ciudad. Y en visita de las funcionarias Idania Oriz, Isabel Ortega y Yaima Blanco, en presencia de la presidenta del CDR 7 de la circunscripción 84, se constató que la vivienda está en pésimo estado constructivo, con problemas estructurales que afectan la habitabilidad, pero que son susceptibles de reparación.
Refiere que, ciertamente, el inmueble fue derrumbe parcial del huracán Sandy en 2012. Y en 2020, aún en vida la mamá de Alexey, se adoptó el acuerdo 2149/20 del Consejo de la Administración Municipal, por el cual se asignó un subsidio a favor de ella y su hijo para rehabilitar la vivienda, por un monto de 58 000 pesos. Subsidio no ejecutado por falta de recursos.
Precisa que en posterior evaluación del caso, teniendo en cuenta la pésima situación técnica constructiva del inmueble y la delicada salud de Alexey, que no le permite realizar las gestiones que emanan del subsidio para la rehabilitación de su vivienda, la Dirección del Distrito 2 de la Vivienda canceló el subsidio aprobado por el CAM, e incluyó el inmueble en el plan de rehabilitación del año 2024, a los fines de ejecutar las acciones constructivas por la vía estatal. Y declara el caso con razón.
Lógicamente, en su delicada situación Alexey agradecerá la solución cuando esta se cumpla, tras 11 años de baldía espera hasta hoy.
No se especifica cuándo fue que se incluyó el inmueble en el plan de rehabilitación de 2024 por la vía estatal; si antes o después de la publicación aquí.
Desde Ciudamar No. 18503, entre 1ra. y 3ra., en el municipio habanero de San Miguel del Padrón, el economista Luis Gutiérrez Urdaneta, fiel amigo de esta sección, alerta que ya estamos en noviembre, y para 2024 no deben repetirse los errores garrafales que se han cometido en los últimos años en la confección de las nuevas libretas de abastecimiento que se entregan en diciembre.
Sugiere que se refuercen las medidas de control para evitar el malestar que provocan los ya crónicos errores en las anotaciones: «Hoy más que nunca, por la inflación sin freno y la insuficiencia del transporte, este podría, si se repite la chapucería, constituir un muy serio problema», concluye.
Ojalá que el alerta de nuestro colaborador sirva, y la prevención se haga sentir con rigor y disciplina.