Acuse de recibo
Desde el 28 de septiembre pasado, dejó de entrar agua a la cisterna del edificio 53 del reparto Bahía, en el municipio capitalino de Habana del Este, denuncia Lisbet García Pérez, residente en el apartamento 12 de ese inmueble de cinco pisos y 30 apartamentos.
Precisa que a partir del 29 de septiembre los vecinos del 53 han planteado la grave situación por vía telefónica y personalmente. Se han comunicado con las oficinas de Aguas de La Habana en el municipio, que radican en Alamar; con el Presidente del Consejo Popular, así como con el Gobierno y el Partido en el municipio
El 9 de octubre, refiere, fue allí una brigada de Operaciones de Aguas de La Habana a cambiar la tubería a las cuatro de la tarde, lo cual se hizo parcialmente. Y no se solucionó el problema.
El 17 de octubre, añade, volvió la inspectora de Aguas de La Habana a verificar que seguían sufriendo por el asunto. Igualmente, el 24 de octubre los visitaron otros trabajadores de Aguas de La Habana, pero nada resolvieron.
«Al final, manifiesta, Aguas de La Habana, del municipio de Habana del Este no manda el carro de Operaciones para solucionar el problema, y pronto se cumple un mes desde que el edificio no tiene agua. Tenemos que cargarla de vecinos de otros edificios. Y solo nos han abastecido con pipas en dos ocasiones, la última el 18 de octubre.
«Tenemos que seguir cargando de edificios aledaños. Ya no sabemos a quién plantearle nuestra situación para que nos solucionen el problema .Ojalá por esta vía nos escuchen», concluye.
Alexey Cordovés Téllez, quien presenta insuficiencia renal crónica y recibe hemodiálisis, vive solo en calle Rastro 166, altos, entre San Mateo y San Antonio, en la ciudad de Santiago de Cuba, escribe solicitando ayuda y esperanza de solución para su tormento.
Cuenta que su casa sufrió afectaciones con el huracán Sandy en 2012. Y fue en 2020 que a su madre, entonces en vida, le asignaron un subsidio. Pero ella falleció en noviembre de 2021.
Y Alexey no ha podido acceder a ese financiamiento desde entonces.
«Me pregunto qué ha sucedido con ese presupuesto asignado por el CAM, señala. Nadie le ha dado seguimiento. ¿Cómo es posible que se apruebe un financiamiento y no se le dé seguimiento para que se concluyan las acciones previstas?».
Refiere que antes de fallecer, su madre hacía las gestiones para que se aprobara una brigada de construcción, pero ahí se quedó todo. Y ahora la situación constructiva de la vivienda ha empeorado de manera considerable. Posee elementos estructurales, como columnas, vigas y losas de cubierta descorchadas y agrietadas, afectación en las redes eléctricas y luminarias a causa de las filtraciones por algunas paredes, redes hidráulicas interiores afectadas por roturas y deterioro, que no permiten su funcionamiento en parte de la cocina y el baño.
El pasado 19 de octubre se cayó una parte del techo sobre su cama. «Desearía que mi caso se investigue con profundidad, porque me siento desprotegido», termina.