Acuse de recibo
El pasado 16 de agosto, y desde Pedroso 237, entre Pasaje F y Final, en el municipio capitalino de Cerro, Mariela Molina Rodríguez denunció aquí que las aguas sucias se desbordaban desde la esquina del edificio donde vive.
«Ya no aguantamos, decía, con las condiciones críticas en que se encuentra la calle con los vertimientos de aguas albañales, que contaminan la cisterna del inmueble. No se puede llegar a la casa por nuestra calle. Hay que dar la vuelta a la manzana. Moscas, contaminación en todos los sentidos, foco de infección. Tengo un niño con una enfermedad de Crohn que corre más riesgo.
«¡Por favor, necesitamos solución ya! Cada trabajo que han hecho no sirvió. A medias lo dejan por miles de excusas… Y seguimos en las mismas», afirmaba. Y acompañaba su carta con una foto deprimente de esas aguas turbulentas.
Al respecto, responde el ingeniero José Raúl Orosa Almeida, director general de la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana, que en la visita al lugar, se comprobó que el vertimiento corre por toda la calle, lo que ha provocado que crezca gran cantidad de hierba.
Varios vecinos, refiere, acudieron a explicar todo lo que han gestionado y lo que se ha ido haciendo para dar solución al tema, pero sin llegar a una solución definitiva. Y la afectación continúa.
También expresaron que la causa de esta situación es el deterioro en las redes públicas del alcantarillado. Y plantearon que Aguas de La Habana no ha tendido constancia en la solución.
Se les informó que Saneamiento Básico de La Habana tiene como objeto social la desobstrucción de tuberías interiores (dentro del límite de propiedad del inmueble, sea estatal o residencial) y la evacuación de residuales de órganos de tratamiento vinculados a estas líneas (fosas, tanques sépticos y otros).
Y en el caso específico de Mariela, para atenuar la situación se decidió realizarle un servicio de desobstrucción de líneas, lo que solo es una solución temporal. Y se toparon con la dificultad de que para ejecutar el servicio es necesario levantar la taza del baño, que está deteriorada. Y Mariela decidió no correr el riesgo de hacerlo hasta tanto no tenga otro mueble sanitario para reponer.
Manifiesta Orosa que se le dieron los teléfonos de contacto para que les avisara cuando todo esté preparado, para enviar el camión especializado a realizar el servicio, por lo que se continuará dando seguimiento al caso.
Agradezco la respuesta de Saneamiento Básico en lo que le concierne, y solo queda que Aguas de La Habana atienda lo que le corresponde en cuanto al deterioro que presenta la red de alcantarillado allí, y responda también a esta queja publicada.
Yilian Carcasés Reyes, vecina de Avenida del Puerto, No. 29, entre Los Tramayos y el mar, en la ciudad de Santiago de Cuba, denuncia que hace ya un mes que las aguas residuales de las alcantarillas allí están entrando a su vivienda, en la cual vive con dos niños.
«El portal está inundado, afirma, y ya nos hemos caído en varias ocasiones brincando para entrar a la casa. He llamado a Aguas Santiago, a Comunales, al Partido. Y hasta hice la denuncia en redes sociales. Y aún continúo sin el accionar de ninguna autoridad da las entidades antes mencionadas. Es muy desagradable el mal olor que emana de esta situación», concluye.
Todo parece indicar, por la frecuencia con que llegan aquí quejas de los nauseabundos vertimientos de aguas albañales, que se requiere con urgencia un diagnóstico del lamentable agravamiento de ese problema en el país, para buscarle soluciones sistémicas, por lo que compromete en gran medida la salud y la higiene y el ornato de nuestras ciudades y poblados.