Acuse de recibo
El pasado 1ro. de junio, Regalada Ramírez Gutiérrez denunciaba aquí, entre otros problemas del barrio Montes Verdes, en las afueras de la ciudad de Bayamo, la situación con el agua que consumen allí los pobladores: de pozo y salobre. No cuentan con red hidráulica. Y cuestionaba que en 40 años no se hayan solucionado esa y otras urgencias pendientes.
Al respecto, responde Aristónico Alarcón Contreras, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de la provincia de Granma, que la señora fue visitada por funcionarios de esa entidad, y se comprobó, efectivamente, que los vecinos de esa comunidad se abastecen mediante fuentes propias a partir de pozos artesanales.
Y se le explicó a Regalada que la comunidad Montes Verdes no cuenta con sistema de acueducto y alcantarillado —lo que ella conoce y sufre a diario—. Y que la solución requerida está fuera del objeto social de esa empresa.
También se le comunicó que como Montes Verdes está distante de la cabecera municipal, y el vial de acceso imposibilita el paso de carros cisterna para el abasto de agua en pipas, ellos no están contemplados dentro de la prestación de ese servicio (¿Qué culpa tendrán esos pobladores de que, por si fuera poco, el acceso al barrio esté intransitable?).
Afirma Aristónico que se tramitará con la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos en Granma su inclusión en el Programa de Desarrollo Hidráulico para cuando esté planificada la inclusión de la comunidad en el Plan de Preparación de Obras.
Agradecemos la respuesta y esperamos que la petición de esa comunidad encaje con el «objeto social» de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, de manera que pueda brindárseles a esos pobladores un servicio digno y seguro. Por cierto, no se responde el por qué en 40 años no se haya resuelto el problema tan serio. ¿Quién podría esclarecer duda tan lógica?
Tras haber agotado todas sus gestiones, Raúl Amaya Arias me escribe desde La Mambisa, en Veguita, municipio granmense de Yara.
Refiere el veterano que tiene una hernia inguinal del lado izquierdo, que cuando está de pie alcanza de 14 a 15 centímetros de longitud. En unas ocho ocasiones lo han reconocido los cirujanos. Le han dicho que requiere operación, pero no existen los insumos suficientes para realizarla: guantes, hilo para sutura, mallas de seguridad… ¡Le han insistido en que él mismo tiene que buscar esos insumos!
Y en el hospital Celia Sánchez Manduley, el 3 de febrero pasado la Jefa de Cirugía le miró la hernia, sin reconocerle, y le comunicó que su caso no es prioritario por ahora.
«En mi caso, argumenta Raúl, todo depende de quién lo valore, si se valora de prioritario o no. Es decir, que hay una línea roja, la cual se puede pasar o no; todo depende de quién sirva de árbitro».
Lo cierto es que Raúl confiesa que sufre de agudos dolores, debido a la falta de calmantes. Y confía en que le ayuden a solucionar su situación, antes de que esa hernia se le estrangule y sea entonces demasiado tarde.