Acuse de recibo
El pasado 2 de junio, y desde la ciudad de Cienfuegos, la anciana de 82 años Estela García García denunció aquí la tupición de la tubería de desagüe del pasillo interior donde vive, junto a otras familias, en calle 61, No. 5005 A, entre 50 y 52.
Señalaba que el problema era de vieja data, pero tradicionalmente solicitaba a la Dirección de Acueducto y Alcantarillado en esa ciudad una pipa con manguera a presión que destupía la susodicha tubería. Y siempre venía la pipa.
Pero precisaba que desde enero pasado, y con la nueva dirección de esa entidad, no se les brinda ese servicio, y los vecinos no saben el porqué de la negativa. «Si hemos visto la pipa hacer eso mismo en otros lugares y solicitamos el servicio desde el 3 enero, mucho antes de la crisis de combustible. Soy una anciana de 82 años de edad y los vecinos de las otras casas no están en el país ahora, pero la tupición y el mal olor están acabando conmigo, por favor, ayúdenme», concluía.
Al respecto, responde Rainier Álvarez Rojas, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Cienfuegos, que «esta vez no se pudo resolver solamente con el carro de alta presión, puesto que más adelante en la calle había una tupición».
Añade que «quizá fue tarde la respuesta con el carro de alta presión por insuficiencias propias de la entidad; pero al final se pudo constatar que no solo con esta acción se resolvió el problema y es por eso que se demoró en buscar una solución para la satisfacción del cliente».
Añade que en visita al lugar por la comisión creada por la dirección de esa entidad, la cual integraba él mismo y la especialista de Atención a la Población, «se pudo constatar que la promovente tenía razón».
Reconoce que Estela «se encontraba afectada por déficit de abasto de agua y tupición dentro de su domicilio, provocando descontento en ella, ya que es una señora que vive sola; y en dicha visita pudimos intercambiar con ella y se le explicaron las diferentes acciones que se llevarían a cabo para erradicar dicha problemática».
Explica que «antes quizá lo habían tramitado con el municipio y no había llegado hasta acá a nuestra entidad. Una vez llegada la queja se procedió a la visita de la promovente y se dio paso a hacer las acciones correspondientes para su solución».
Y se acometieron las siguientes acciones: La Brigada de la UEB Cienfuegos limpió los registros de la zona y se trabajó con el carro de alta presión para destupir los sistemas de alcantarillado, que estaban obstruidos. Como resultado, hubo un mejoramiento notable en el servicio, que satisfizo la demanda de los vecinos, y evitó insatisfacciones a «la promovente».
Explica además que los problemas de abasto de agua están relacionados con problemas que hubo puntualmente en la ciudad en esos días, pues se quemaron dos motores en la fuente principal que da agua a Cienfuegos.
Y concluye destacando la conformidad de Estela con la respuesta ofrecida y el trabajo hecho; a la par que declara el caso solucionado y con razón.
Agradezco la respuesta y la solución definitiva del problema, pero faltó la explicación pormenorizada y convincente de por qué en esos seis meses no se pudo resolver lo que sí se atajó luego de publicarse aquí.
No se explican cuáles fueron las «insuficiencias», o qué ocurrió en la instancia municipal, de manera que no llegó a la Empresa provincial. Faltó esclarecer los planteamientos de Estela sobre la negativa de marras y la ausencia de una información de tantos por qué. ¿Tenía que revelarse el ruego desesperado de la anciana aquí?