Acuse de recibo
El comercio electrónico en Cuba no podrá dignificarse mientras haya clientes insatisfechos y molestos como Alejandro Álvarez Pérez, por la demora, el equívoco y la no entrega del combo de alimentos y aseo adquirido el pasado 7 de enero en la tienda virtual Habana TuEnvío.
Cansado de esperar por su envío en María Luisa No. 39, entre Libertad y Delgado, Mantilla, municipio capitalino de Arroyo Naranjo, Alejandro se personó el 3 de febrero en el Departamento Comercial de Habana TuEnvío, en La Habana Vieja. Y su mercancía comprada con el número 1777225, ¡había sido entregada a otro cliente por el chofer que la distribuyó!
«Mi mayor molestia, dice, es por la respuesta dada por una compañera que atentamente me atendió a nombre del comercial Carlos: Debía esperar a que localizaran al chofer para conocer qué hizo con la mercancía, y luego me daban respuesta».
El 7 de febrero volvió Alejandro a Habana TuEnvío, y lo atendió la misma empleada con igual respuesta: No habían localizado al chofer y debía esperar. Solicitó hablar con el comercial Carlos, quien le indicó lo mismo, agregando que había varias reclamaciones esperando a que el gerente firmara para darle solución, desde el año pasado.
«Mi acción comercial fue con la Tienda Habana TuEnvío, no con los choferes que distribuyen el envío. ¿Por qué esperar por la localización de estos, a un mes de la compra? ¿Por qué no responden los teléfonos que publican en su página, ni responden por correo electrónico? ¿Cuántos clientes están en igual situación, y no disponen de un transporte? Me siento estafado por esa entidad. No me interesa la devolución del dinero, sino la mercancía comprada», apunta.
Carlos Loyola Mainegra (Bloque 11, apto. 31, Sagua la Grande, Villa Clara) cuenta que desde el extranjero le enviaron un sillón de ruedas, vía marítima por la agencia Palco. Y ni siquiera va a relatar la experiencia vivida con el entramado de llamadas y respuestas insatisfactorias.
Ya el sillón se encuentra en Expreso Ferrocarril de Santa Clara, esperando la recepción y posterior aviso para recogerlo. Y esto, dicho con sus palabras, es lo que más le preocupa:
«¿Cómo es posible que el envío, con destino entrega a domicilio, y pagado en el exterior, tenga el destinatario que buscar transporte y pagar 1 500 pesos para desplazarse 60 kilómetros? Eso es un soberano mal trabajo. Hago esto público para que no se duerman en los laureles, pues las transitorias no están del todo bien», concluye.
Adolis Reyner Valdés (Estela, No. 972, entre Longa y María Luisa, Mantilla, Arroyo Naranjo, La Habana) relata que el 9 de febrero pasado recibió en la oficina de Correos de La Palma un paquete enviado desde España, que se facturó allí el 29 de noviembre de 2021 con peso de 2,985 kilogramos. Y se lo entregaron en el correo de marras con un peso de tres kilogramos y tanto… por lo cual tuvo que pagar 775 pesos.
«¿Creció mi bulto en el camino? Quisiera me aclararan el porqué, si en más de un lugar el paquete dice su peso. Tengo constancia fotográfica de lo que hablo, con excepción del comprobante que tuve que firmar para retirar el paquete (por cierto, solo un trozo de papel)», señala.
Para el máster en Ciencias Williams Báster Góngora, profesor de la Universidad de Holguín, ya jubilado, «una de las profesiones más difíciles de ejercer es la de maestro; sin embargo, hay una insatisfacción generalizada en los jubilados de este sacrificado sector de la educación ante el incremento descontrolado de los precios».
Y argumenta que no devengan una chequera que satisfaga ni las necesidades básicas. Una de las causas es la no consideración de los años trabajados (antigüedad) con el ordenamiento, y no le parece justo. Esgrime como ejemplo su propio caso: laboró 48 años como profesor en la Educación Superior y solo cobra 2 487 pesos. Otro compañero, con 37 años de trabajo, solo percibe 1 768.
«Nuestros principales dirigentes han reconocido la necesidad de rectificar algunas medidas de este proceso. Esperamos que esta sea una de ellas, ya que así lo han hecho en otros sectores», termina Williams desde calle 11, No. 4ª, entre Mariana Grajales y Juan Moreno, en el reparto Sanfield de la ciudad de Holguín.