Acuse de recibo
Es vergonzoso e inaceptable que, en medio de tantos problemas con el suministro de alimentos por la canasta básica que tiene el país, el tradicional problema de la merma establecida para el despacho del pollo normado, a consecuencia del hielo acompañante, esté afectando a los consumidores.
Adonis Lorente Chávez (Avenida de los Mártires, No. 149, Yara, provincia de Granma) cuenta que el 29 de diciembre pasado intentó adquirir el pollo normado del mes en la bodega La Maravilla de esa localidad. Y le dijeron que no había alcanzado porque la tasa que se aplica por el descuento del hielo no es suficiente; de modo que los últimos que llegan se quedan sin la mercancía. Y para colmo, en ningún caso la unidad distribuidora ha repuesto dichos «faltantes».
Adonis fue a la unidad básica de la Empresa Municipal de Comercio que atiende la bodega. Y la funcionaria, que le atendió muy gentilmente, le informó que el suministrador es la unidad cárnica Raúl Chacón de Manzanillo. Y aplican una tasa de un cuatro por ciento de aumento por la merma del hielo. Pero según añadió, en los muestreos que ella hace la merma siempre está en un ocho o un nueve por ciento, llegando a faltar desde 40 hasta 90 kilogramos de carne de pollo, según el tamaño de la tienda.
En una ocasión, el Gobierno del municipio, ante el viejo reclamo de los consumidores, destinó unas cajas de las que venden de forma liberada para darle derecho a comprar a los que no alcanzaron.
«Si hay algo que se ha respetado en este país, dice Adonis, a pesar de dificultades y carencias existentes, es la canasta básica. ¿Cómo es posible que no tenga solución este insólito caso? Considero que este asunto debe ser tratado en ese prestigioso espacio que tan útil ha sido durante años a la población, fundamentalmente ante el mal trabajo que castiga a la ciudadanía y que nadie le busca solución.
«Digo esto porque en lo personal he salido airoso en dos ocasiones en que los he necesitado, pero ahora creo que también lo estoy haciendo por un sinnúmero de consumidores que si por alguna razón resultan últimos no comen pollo», concluye.
Pedro Romero Noa (Calzada de Guanabacoa, No. 1420. apto. 5, entre C y D, reparto Los Ángeles, San Miguel del Padrón, La Habana) relata que a finales de junio de 2021 le enviaron un paquete de medicinas, por medio de Aerovaradero. Y arribó al país el 10 de julio, al almacén 24D.
El 26 de octubre le comunicaron que debía buscar el envío en un correo de Artemisa, adonde se dirigió el 28, aún convaleciente de la Covid-19. Y al abrir el bulto, procedente de Aerovaradero con factura a su nombre, el contenido no se correspondía con lo que le fue enviado, por lo que no se lo entregaron.
El 4 de noviembre se presentó en Aerovaradero a presentar la reclamación, con número 551. Localizaron la existencia del paquete y le informaron que recibiría el envío en un plazo de 30 días hábiles.
«Pero hasta hoy, 10 de enero de 2022, no ha ocurrido, siendo imposible la comunicación telefónica con el personal de dicha institución. Me parece una falta de respeto y de sensibilidad hacia mi esposa y a mí, adultos mayores de 70 y 73 años de edad y con enfermedades de base; así como al Primer Ministro Marrero, con el que se comprometieron a la entrega en noviembre del ciento por ciento de los envíos atrasados en la entrega», termina.
Y también escribe Katia Valdés Jiménez, desde Iguará, en el municipio espirituano de Yaguajay, cuenta que hace siete meses desde el exterior su hermano le envió unos paquetes mediante Aerovaradero Santa Clara, y están registrados en el sistema del país desde el 15 de agosto de 2021.
Precisa que cuando llama a Aerovaradero Santa Clara, le dicen que ya están facturados, y que tiene que esperar. «Yo tengo dos niños y mi madre está operada de cáncer. Quisiera saber por qué tanta demora con algo que supuestamente ya debería estar en mis manos», concluye.