Acuse de recibo
Guillermo Fundora Figueredo (Edificio 5, apto. C-1, reparto Nuevo Manzanillo, Manzanillo) revela en su carta que lleva más de año y medio en la Dirección Municipal de la Vivienda en trámites de solicitud de propiedad como arrendatario. Y cada vez que va, solo son justificaciones… y… espere en casa.
«Lo que me sorprende, manifiesta, es que quien otorga los títulos de propiedad en Nuevo Manzanillo, me muestra que hay personas de ahí mismo que hace dos meses comenzaron el trámite y ya tienen los títulos en sus manos. No me imagino que exista un “plan jaba” en Vivienda.
«No hay justificación, refiere, es mal trabajo o hay algo oculto. La última vez me dijeron que el trámite estaba trabado en el departamento jurídico del Gobierno, que es el que no ha dictado la resolución.
«Soy un trabajador que todos los días va a su jornada y cumple con sus deberes. ¿Cómo es que en año y medio algunas personas no han podido hacer su trabajo por el que le han pagado durante meses. Y si te quejas, parece que te traban más el trámite», concluye Guillermo.
Esperemos que la Dirección Municipal de la Vivienda en Manzanillo responda ante la denuncia y las interrogantes que hace Guillermo.
El pasado dos de mayo, desde San José de las Lajas, en Mayabeque, Robustiano González denunció aquí que hacía más de cuatro años, en un sitio llamado El Tacódromo, había un salidero de agua de la conductora de la cuenca El Gato.
Y añadía que era conocido por las autoridades hidráulicas, pues hacía dos años una brigada limpió áreas allí y llegó al tubo averiado. Posteriormente se presentó una comisión y ahí quedó todo.
«Allí se pierden en mis modestos cálculos, manifestaba, doscientos litros por segundo. Así que imaginarán la magnitud del derroche. Quiero dejar por sentado que es encomiable el trabajo hecho por el Instituto de Recursos Hidráulicos en frentes como Cuenca Sur y otros sitios. Pero hay que ponerle fin a ese gran salidero…».
Al respecto, nos llega, mediante Halina Guerra Castro, jefa del Departamento de Atención a la Población de Aguas de La Habana, la respuesta de Alexander Ondina Jimenarez, subdirector de Mantenimiento de Acueducto.
Explica el directivo que la fuga se produce en un dispositivo de acueducto existente en el lugar. En varias oportunidades, añade, han revisado el estado de la válvula de dicho dispositivo, y la encuentran abierta, supuestamente por indisciplina social. Luego de ser cerrada adecuadamente, aparece abierta de nuevo.
Por lo reiterado de la situación, dice, se determinó eliminar el desagüe allí existente. Para ello deben efectuar un paro de dicha fuente de abasto. Y teniendo en cuenta la cantidad de población y objetivos económicos que se afectan con la interrupción, se harán las coordinaciones necesarias en aras de minimizar la inevitable afectación.
Asegura que, oportunamente, informarán la fecha fijada para la ejecución de las labores requeridas, y así evitar que se produzca nuevamente la fuga en cuestión.
Agradezco la respuesta. Lo preocupante es que el despilfarro lleve más de cuatro años, no se hayan hecho los trabajos en todo este tiempo, y aún haya que esperar por las coordinaciones. ¿Cuánta agua se habrá dilapidado y aún se malgasta? ¿Cuánto significará en pérdidas para la economía del país? Y lo peor es que con el derroche, se ha reforzado la impunidad de la indisciplina social con que se abren alevosamente las válvulas de la indolencia.