Acuse de recibo
«Vivimos tiempos difíciles y cambiantes. El municipio tiene autonomía y debe hacer uso de ella; necesitamos dirigentes que analicen, prevean y piensen en la mejor solución y no en solo ordenar y mandar», sentencia Oscar Felipe Chacón Turruelles, profesor del instituto preuniversitario 28 de Enero de Chaparra, en el municipio tunero de Jesús Menéndez.
Y cuenta que ese centro educacional había presentado, con más de un mes de antelación, una propuesta a la Dirección Municipal de Educación, con un cronograma para la aplicación de los trabajos investigativos, seminarios y afines, previendo la posibilidad de que se complicase la situación de la pandemia en el territorio, y así dar un margen de semanas para repasar a los estudiantes, con vistas a los exámenes.
«Ni el municipio ni la provincia, apunta, aceptaron ese cronograma. Y ahora sucede lo que se venía venir. Ante el incremento de casos confirmados y sospechosos allí, mandan a adelantar los exámenes finales que faltan, atropellando a los estudiantes.
«Ahora, después de que el grupo de estudiantes de 10mo. 1 del instituto preuniversitario 28 de Enero había terminado de exponer y defender su evaluación final de Preparación Ciudadana, la dirección de la escuela subió a su aula para explicar que, debido a la situación epidemiológica del municipio, se había orientado por la Dirección Municipal de Educación adelantar las evaluaciones finales que aún faltan.
«Esto provocó el lógico insulto para los estudiantes que ya antes lo habían sufrido, y que no entienden tal medida impuesta de forma radical. No entienden porque es una falta de respeto para ellos, para los padres y los profesores, ya que para esta fecha se suponía que hubiesen terminado si tanto el municipio como la provincia hubiesen tenido mentes receptivas a la propuesta de la escuela.
«A tal punto es, añade, que muchos alumnos pidieron que se les repase Matemática el domingo, Día de los padres, pues el examen de esa asignatura, que se iba a aplicar el 28 de junio (había algún tiempo para repasos) ahora lo deben hacer el 22. Y hay días en que deben hacer dos trabajos diarios, como el viernes l8: Informática Básica por la mañana e Inglés por la tarde», concluye.
El pasado 1ro. de junio, en nombre de los vecinos de calle Guasimal, entre Norte y Joaquín Delgado, en el municipio capitalino Arroyo Naranjo, Adolfo Gómez González denunció aquí un salidero de aguas albañales que allí corría como un río hacía unos dos meses.
Refería que, además del riesgo permanente de enfermarse que pende sobre los vecinos, el mal olor de aquella corriente nauseabunda es insoportable. Y precisaba que habían notificado el caso en dos ocasiones a Atención a la Población de Aguas de la Habana (no especificaba si en el municipio o la provincia). Y todo era en vano.
Al respecto, responde Halina Guerra Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que el reporte se había hecho en las oficinas de esa entidad en el municipio Arroyo Naranjo. Y después de corroborada la problemática existente por el inspector que atiende el consejo popular Callejas, se indicó mediante la orden de trabajo correspondiente aplicar el equipo especializado de alta presión.
Pero el operario del equipo a cargo del trabajo, detectó que además de la obstrucción, existía rotura en la línea central de alcantarillado. Y la demora en la solución consistió justamente en que esta dependía de la reparación de la mencionada línea central.
Finalmente, explica, la brigada de la Base de Saneamiento Centro efectuó la sustitución de tres metros de tubería de 200 milímetros de diámetro. Y erradicó, con la culminación de los trabajos requeridos, el molesto vertimiento que existía en el lugar.
Y añade que en la entrevista realizada a Adolfo, este mostró su conformidad, y manifestó que hasta ese día, ocho de junio, estaba de acuerdo con el trabajo realizado, pues se había eliminado el salidero, y esperaba que el trabajo hecho dé resultado.
Agradezco la respuesta y la solución del problema, y solo agrego que si los afectados hubieran tenido la información de lo que implicaba el trabajo y lo que se venía haciendo, quizá no hubieran escrito a esta sección. Esa es la importancia previsora de la sistemática comunicación.