Acuse de recibo
Inicio hoy la sección disculpándome con Álvaro Álvarez Torres, intendente del municipio capitalino de Cotorro, quien me había enviado el 28 de diciembre del pasado año una respuesta abarcadora a las inquietudes de Carlos Manuel Rivero Vergara, residente en ese territorio, acerca de las posibilidades de desarrollo local acuícola allí.
Con el incremento exorbitante de cartas online a nuestra sección en este largo tiempo de pandemia, este redactor involuntariamente no visibilizó la respuesta del Intendente del 28 de diciembre. Y el pasado 28 de abril, Álvarez volvió a escribirnos, reiterando lo expresado y ampliando y actualizando. De las dos misivas, hago una mezcla sintetizada.
Señala el Intendente que desde la primera entrevista que tuvo con Carlos Manuel a partir de sus cartas a esta sección, se le explicó el trabajo que desarrolla el municipio en cuanto a su propuesta de iniciativa de desarrollo local acuícola para contribuir a la alimentación de la población.
Precisa que, sobre la propuesta del ciudadano de criar alevines en los espejos de agua o alguna laguna de Loma de Tierra, frente a la Empresa de Desarrollo y Técnicas Acuícolas (EDTA), se contactó con esa entidad para obtener información ambiental de esos cuerpos de agua, dado que es el centro acreditado para avalar la viabilidad de cualquier proyecto al respecto. Y la caracterización hecha por la EDTA reveló que los cuerpos de agua propuestos por Carlos Manuel para el proyecto están contaminados de coliformes.
No obstante, refiere que el proyecto local de Cotorro de cría de alevines se ha concentrado en cuatro productores, y entre ellos el más destacado es Léster, asociado a la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Camilo Cienfuegos. Y en la CCS América Labadí, el productor Carlos Perdomo ya va obteniendo buenos resultados; además de la CCS Celia Sánchez, en menor magnitud.
Esas tres cooperativas, añade, han establecido un encadenamiento con la Empresa de Desarrollo de la Crianza de Alevines, la cual le ha propiciado los alevines y la asesoría técnica.
En el antiguo sistema de tratamiento de residuales de la cervecería Guido Pérez, que hace 50 años no se utiliza, esa área se le arrendó a la CCS Camilo Cienfuegos para establecer su proyecto de cría de peces y siembra de hortalizas, práctica novedosa que permitirá producir estas últimas totalmente orgánicas, aprovechando el agua de los peces.
Con el apoyo del Partido, el Gobierno, la Delegación de la Agricultura, la Empresa y la ANAP, ha sido posible rescatar el lugar. Y en estos momentos ya se encuentran en la fase productiva, cuyos resultados se destinarán al abastecimiento del municipio, y en el futuro también a las exportaciones. Ya cuentan con 374 700 peces, y esa iniciativa, se está defendiendo como Proyecto de Acuaponía, concluye.
La Doctora Miriam Rodríguez Betancourt, premio nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida y profesora de generaciones de periodistas, me escribe en nombre de otros diabéticos insulinodependientes que, como ella, se asombraron con una venta inusual en la farmacia de 51 y 104, en el municipio capitalino de Marianao.
Miriam, quien reside en Avenida 57 No. 10602, entre 106 y 108, en ese municipio, asegura que hace más de seis meses no llegan las jeringuillas desechables que se les comercializa a esos pacientes por el llamado tarjetón. Y hace unos días, sin previo aviso, en esa farmacia las vendieron «por la libre», con fecha de vencimiento 6 de junio de 2021.
La profesora quiere conocer el alcance y la razón de esa decisión súbita, que alimenta, en un momento de muy escasa oferta, que vayan a parar a manos de revendedores de toda laya. Suponiendo que fuera una cantidad limitada, que no satisfaría la demanda de insulinodependientes, ¿por qué no se vendieron las jeringuillas importadas a los allí inscritos con su tarjetón? Y pregunta más: «¿Estaban almacenadas o acababan de llegar al país? Lo menos que se podría hacer es darles una explicación públicamente a los diabéticos insulinodependientes», termina.