Acuse de recibo
Desde la localidad granmense de Veguitas, Arturo Pérez Núñez contó aquí el 22 de noviembre de 2020 que cuando su vecino hizo un corralito para cría en el patio cuatro años atrás, no se molestó pues era para un solo cerdo y se mantenía sistemáticamente limpio.
Pero, añadía, a inicios de 2020 otro vecino le arrendó el local a este, y lo agrandó para criar diez cerdos; por lo que ya afectaba a todos los vecinos, y especialmente a él, que vive al fondo, separado apenas por una cerca a cinco metros de la cochiquera, la que no limpian mientras pasan los días.
Afirmaba que había hecho varias quejas a Higiene, sin respuesta alguna. Y personalmente fue in situ con la inspectora, quien le impuso una multa. Solo se resolvió el asunto unos días, y volvió el problema.
Y Arturo no comprendía que haya personas poniendo en riesgo la salud y la vida de otros, cuando el mundo atraviesa por una crisis sanitaria global.
Al respecto, responde la doctora Yelenis Elías Matos, directora provincial de Salud en Granma, que el Subdirector de Salud Ambiental de la Dirección Provincial de Higiene y Epimediología encabezó una investigación, que incluyó entrevista con el remitente de la carta.
Precisa que meses antes, Arturo presentó queja al departamento de Higiene de su área de Salud. Y revisado el caso, se le explicó que no se detectaron deficiencias higiénico-sanitarias: el área de crianza está delimitada por una cerca que establece un parabán entre ambas viviendas. Y pavimentada, con sistema de residuales líquidos y trampa de sólidos, además de una población de moscas limitada, sin que se detecten malos olores.
Arturo mostró inconformidad con la respuesta brindada, añade, y hay constancia de que acudió al nivel municipal a tramitar su queja, y escribió a esta sección de JR. Entonces se hicieron visitas seriadas de improviso para monitorear las condiciones.
La primera la hizo Inspección Sanitaria Estatal del área de Salud, la que dictaminó que, a pesar de que existían cinco cerdos, no se percibían malos olores ni otro elemento sanitario a destacar. Y se indicó disminuir la masa porcina solo a tres cerdos, pues en el corral un cuentapropista almacena los animales para elaborar jamón.
La siguiente visita fue del Departamento de Control de Vectores, el que certificó el no riesgo para la procreación de estos. Y la tercera fue de un funcionario del Centro Municipal de Higiene, Epidemiología y Microbiología, quien constató que ya se había reducido la masa animal y se mantenían óptimas condiciones sanitarias. Y este informó al criador que de hallarse deficiencias se retiraría la crianza del área.
Además, agrega, el equipo municipal realizó encuestas entre los vecinos más cercanos que pudieran ser afectados, quienes en su totalidad refirieron no percibir malos olores en su vivienda, y aportaron que existen litigios personales entre las partes involucradas.
La Dirección Municipal de Planificación Física corroboró que la casa de la cual se genera la queja no está concebida para habitarla. Fue diseñada para cuarto de desahogo, por lo que es ilegal y no presenta certificado de habitabilidad.
Luego de las visitas, precisa, el equipo de Higiene y Epidemiología indicó que no puede haber más de tres cerdos a la vez. Que no puede haber actividad de cría, solo de sostén a los animales que serán sacrificados para elaborar el jamón, y con las condiciones óptimas de higiene. Que el departamento de Vectores dará seguimiento del tema de las moscas, y de detectarse un índice superior a lo permisible, aplicará el tratamiento que corresponde.
También se constató que los vientos predominantes no corren a favor de la vivienda evaluada, por lo cual las condiciones ambientales no favorecen tal situación. Además, la microlocalización tampoco estimula lo aportado en la queja, pues está ubicada antes de la posición del corral y aproximadamente entre 30 y 40 metros.
Y concluye que el corral tiene las condiciones propicias, y no afecta la vivienda de Arturo. La queja se declara sin razón.