Acuse de recibo
Con más razón, en tiempos de pandemia la protección al consumidor debe perfilarse con mucha eficacia y agilidad, para no crear incertidumbres y preocupaciones, como las que experimenta Marisela Rodríguez Carreras, vecina de Avenida 57, No. 7405, entre 74 y 76, Alturas de Belén, en el municipio capitalino de Marianao.
Cuenta Marisela que el pasado 11 de abril realizó una compra, mediante Transfermóvil, en la tienda virtual de Carlos III con la orden CAN0009898. Y aún está esperando por el envío. Guarda como prueba todos los correos que ha enviado a Atención al Cliente, de Cimex, y a la propia tienda Carlos III. Y los teléfonos de contacto tampoco comunican.
«Puedo entender que sean muchos los pedidos y que se demoren, pero no puedo entender que nadie dé la cara para atender las preguntas de los clientes», afirma, quien precisamente escogió esa opción porque en ese hogar viven tres adultos mayores, quienes no pueden hacer colas.
Marisela supo que a finales de la pasada semana la página web de Tuenvío colapsó por el gran número de accesos. Ella lo comprende. Pero lo que escapa a cualquier justificación, según ella, es que no respondan a las solicitudes de información de los clientes sobre las compras que han hecho.
«Muchos tenemos que hacer un gran esfuerzo para tener el dinero que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades más prioritarias, manifiesta. Y confiamos en la solución de las tiendas virtuales. Empleamos nuestros escasos recursos en ello.
«Atiendo a mi madre de 94 años con demencia senil. Todos los días tengo que lavar su ropa de cama porque no tiene control de esfínter. No tengo detergente para lavar. No puedo hacer colas multitudinarias. Mi esperanza de resolver ese problema la centré en hacer compras virtuales. Hace nueve días hice una. No me la entregan y
nadie me responde cuando intento averiguar», concluye.
Milagro Fernández Rojas escribe desde la finca El refugio, kilómetro 1, carretera de Santa María del Rosario, en el municipio habanero de Guanabacoa, para denunciar que en esa comunidad el problema más grave es el abasto de agua. Un problema no de la actual sequía en la capital, sino de muchos años. Pero ahora hay que extremar las medidas de higiene.
Refiere que el agua les llega únicamente por carros cisternas o pipas, en un lapso de siete a 15 días; pero se ha ido extendiendo a una mensual, cada 45 días y hasta dos meses.
«Durante 40 años hemos esperado por el tan añorado financiamiento, pero la situación actual es alarmante en medio de esta pandemia y las medidas que debemos adoptar. Con el agua que podemos resolver lavamos los nasobucos, y con la que enjuagamos, limpiamos las casas. Diga usted qué higiene puede haber donde hay niños ancianos y enfermos como yo, con fibrosis pulmonar.
«Esto lo he planteado en el Gobierno municipal, en Acueducto con la subdirectora Mayi, la que pide un voto de confianza. Al ver la demora llamo a Atención a la Población de la Dirección provincial de Recursos Hidráulicos, y la respuesta es que ese es un problema territorial.
«Creo que algo no está funcionando bien», concluye Milagro.
José M. Domínguez Estupiñán (Bloque A-12, apto. 8, distrito José Martí, Santiago de Cuba) apoya la decisión de la Unión Eléctrica de aplazar por ahora el cobro de la factura por esos servicios, dada la compleja situación que se vive con la Covid-19, y así evitar aglomeraciones en las oficinas de pago.
Y relacionando esa mora del pago con las exhortaciones para ahorrar el consumo eléctrico, Domínguez considera que, aún cuando se posterguen esas liquidaciones, las empresas eléctricas en los territorios deben seguir midiendo mensualmente el consumo, y entregando las correspondientes facturaciones en ese lapso. E insiste en ello, porque es la única manera en que los clientes puedan medir cómo va comportándose el consumo.
Comparto la sugerencia del lector, y estoy casi seguro de que se seguirá facturando mensualmente. Lo que sí nosotros, como consumidores, debemos ir guardando el dinero, para cuando se determine el pago hacerlo sin grandes afectaciones.