Acuse de recibo
EL pasado 24 de marzo, y desde Mataguá, en el municipio villaclareño de Manicaragua, Bienvenido Corcho Tavío denunció aquí la falta de agua en esa localidad.
Contaba que en 1970 se comenzó a construir un tanque sobre la colina más elevada del pueblo, y las acometidas que llegarían a los hogares. Pero el tanque nunca funcionó. Y los intentos de salvarlo fueron infructuosos. El agua se ha rebombeado desde una estación a seis kilómetros, que funcionó durante años, pero ya está en mal estado por antigüedad, falta de mantenimiento y otras irregularidades.
Refería que Mataguá depende de la conductora de la presa Hanabanilla, que lleva el agua a dos estaciones de rebombeo antes de llegar al poblado, con innumerables fallas, salideros e ilegalidades.
El problema se viene agudizando hace más de 20 años y ya es insostenible, al punto de que hay vecinos que llevan casi un año sin recibir agua. Y los ciclos de suministros se alteran «por indisciplinas, salideros y hasta posibles manejos turbios que las autoridades no resuelven», enfatizaba. Lo peor, según él, es que el Gobierno y las instituciones del municipio no brindan información clara de las causas del problema ni se observa agilidad en buscar solución.
Al respecto, responde Julio César Amores Hernández, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villa Clara, que el sistema hidráulico más complejo que tiene esa provincia es Hanabanilla, del cual se abastece de agua Mataguá.
Ese sistema, añade, presenta problemas hace varios años por el deterioro de la conductora. Y en consecuencia se registran roturas permanentes, pues la presión que soporta no es para la que fue diseñada en sus inicios.
Por el momento, precisa, se encuentran trabajando dos bombas en Paso Bonito y una en el Jíbaro, mientras Palmarito está con una bomba rota —lo cual disminuye aun más la presión de agua—, y se encuentra la misma en espera de reparación. Afirma que Mataguá está identificado como el más crítico en cuanto a ciclo de abasto en Villa Clara y en todo el país.
Por ello, la Delegación de Recursos Hidráulicos de la provincia presentó un proyecto al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, el cual independiza el agua de Santa Clara con un expreso por gravedad, que conducirá también por gravedad a los poblados de Seisvabo, Mataguá y Manicaragua. Ese proyecto fue aprobado, pero se encuentra en espera de financiamiento para su ejecución.
Y recuenta que originalmente en Mataguá solo se hicieron las redes principales, y el resto hoy son ramales realizados con los años por la propia población, dejando a los que residen en la zona más alta sin servicio.
Manifiesta que a Mataguá se envían carros cisternas y la UEB tiene designada una pipa nueva, la cual está en proceso de legalización, y suprimen los salideros en la conductora constantemente.
Sara Liset García Parra vive sola en pleno campo, en Tasajera, San Andrés, en la provincia de Holguín. Es impedida física de nacimiento y presenta una hemiplejia parcial derecha. Recibe una pensión muy baja.
Su vivienda, un bohío de guano y tabla, fue afectada en 2008 por el ciclón Ike. Y con los recursos que le dieron entonces pudo hacerle algunos arreglos.
Pero desde 2010 está solicitando un subsidio para poder restaurar definitivamente su humilde morada y vivir con las mínimas condiciones necesarias.
La casa está levantada en un terreno particular, herencia de su fallecida madre. Y no tiene propiedad de la misma, pues estaba a nombre de su hermano, fallecido también, cuya familia no quiere sacar la propiedad.
Sara ha tocado muchas puertas y la mandan de un lado a otro, como si su caso no fuera excepcional, digno de ser atendido con el corazón. «Le escribo a usted para ver si finalmente existen ojos y oídos receptivos», manifiesta. Y acompaña su carta con una pequeña foto de la casa: un triste y desvencijado bohío que no admite esperas.