Acuse de recibo
Seguramente usted, como este redactor, imagina el día, apacible y luminoso, en que los peloteos para obtener un documento sean una vieja pesadilla en nuestra tierra. Esa jornada de gloria, en la que, de manera expedita, fluyan las gestiones y no aparezcan dos problemas de papeles para cada solución.
Pero no está cerca, lamentablemente, ese día aún en el horizonte, a juzgar por misivas como la de Idanis Caridad Cabado Couce (Santa Rita No. 575 Bajos, entre San Agustín y Clarín, Santiago de Cuba).
Luego de 12 años de espera para la construcción de su vivienda por la ECOA 57, Idanis y los suyos comenzaron a residir allí en junio de 2013. Desde entonces, se han «derretido» en caminatas, llamadas, dilaciones, absurdos, para obtener el «habitable» del inmueble, lo cual, como explica la santiaguera implica serias dificultades para ellos: «No he podido hacer el cambio de dirección y en consecuencia no poseo libreta de abastecimientos, ni he podido hacer el contrato para adquirir gas licuado, de gran necesidad, pues en estos momentos cocino con una hornilla eléctrica y el consumo me llega altísimo; soy una jubilada, con una chequera de 227.00 pesos, sin otra fuente de ingreso».
Refiere la veterana que, en incontables ocasiones, se ha dirigido a la compañera Dolores, inversionista que atendió la obra y esta le ha comunicado que la solicitud de habitable del grupo de casas entre la que se encuentra la de ella, ya había sido entregada a Planificación Física. Sin embargo, las posteriores y numerosas gestiones que ha debido acometer la doliente demuestran que «la cosa» no era tan sencilla.
Después de la mencionada compañera, Idanis se entrevistó con Reginfo, Jefe del Departamento de Inversiones de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV). Él, nuevamente, la redirigió a la instancia anterior. Acudió la interesada a la máxima autoridad de la UMIV. Recogieron su queja, prometieron analizar el caso y que volviera la semana próxima. La mujer volvió; su caso, obviamente, no había sido analizado. La secretaria de la directora le comunicó entonces que ya no era Dolores, sino otra compañera la que debía llevar el asunto. Que debía entonces entregarse (¿otra vez?) la solicitud de habitable. Que siguiera esperando: la visitarían, narra la atribulada anciana.
Posteriormente, en Planificación Física Municipal, el compañero Orli le aclara a la mujer que no, que esa solicitud de habitable no les había llegado. Ante la angustiosa pregunta de ella, de a quién podía quejarse, él mismo la reorientó a la Dirección Provincial de la Vivienda (DPV), evoca la afectada.
En octubre de 2015 escribió Idanis al programa provincial En línea contigo y el 27 de noviembre fue visitada por una técnica de la DPV. El 7 de diciembre de ese propio año la Jefa de Atención a la Población de la DPV le entregó por escrito constancia de lo que esa entidad había gestionado; «yo debía esperar porque se realizara lo que ellos habían orientado al señor Reginfo».
Las jornadas del 5 y 6 de enero de 2016 visitó la santiaguera, una vez más, la UMIV. Según le explicó el mencionado funcionario la técnica que atendía su problema —los dos días— se encontraba para la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF). «Cuando hablo con la compañera… mi caso estaba guardado en una carpeta, esperando, según la técnica, que la señora Dolores le enviara los documentos (…), ya que esto era una obra estatal»… (¡!).
Sobrevinieron más trámites. Y en algún momento de 2016 que no precisa la remitente, logró entrevistarse con la Directora de la DPV. Ella contactó a la técnica correspondiente en la DMPF, «quien le dijo que la próxima semana me responderían. Y es esta la fecha (16 de abril de 2018) en que todavía no me han respondido».
«No es justo», se duele la lectora. Y este escribidor solamente subraya —enfáticamente— esa última expresión.