Acuse de recibo
Lo relataron aquí el pasado 30 de mayo Daisy Cabeda Álvarez (calle Cinía a Ciego de Ávila No. 63, entre 5 y 6, Morón) y su esposo Esteban Guzmán Maceda. Desde el año 2008, por orientación del Consejo de Estado, le fue entregado a ella un solar de 15 por cinco metros, «con el consentimiento de darle apoyo en materiales por parte del Poder Popular de Morón» para edificar su vivienda. Este último compromiso no se cumplió, relataban los remitentes.
La situación de la madre, enferma y con dos niñas, fue empeorando, al residir agregada en la casa de su progenitora y no poder contar con la ayuda directa de su esposo, quien se encuentra en prisión.
Aunque advertíamos al momento de publicar la carta que esta carecía de detalles y referencias en torno al seguimiento del caso en el territorio, nos preguntábamos qué podían contestar al respecto las autoridades implicadas.
A propósito llegó a JR, el pasado 4 de septiembre, la misiva de Yoenkis Tapia Valido, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) de Morón. Comienza Yoenkis apuntando que se trata de un caso atendido en varias ocasiones en el territorio. Los han visitado comisiones multifactoriales, han recibido diversas ayudas y por lo general en las cartas que continúan enviando a diversas instancias del país omiten estos apoyos.
Confirma el dirigente que la situación de Daisy ha sido compleja dentro de su residencia familiar, toda vez que «ha sido limitada a ocupar las habitaciones con menos condiciones», mientras su esposo Esteban, primero cumplió una condena de ocho años de privación de libertad y actualmente se encuentra cumpliendo una que excede los nueve años.
Por Asistencia Social se le ha entregado a ella «ayuda económica de 158.00 pesos como madre soltera, la cual se tuvo que retirar porque tiene esposo. En estos momentos se valora aprobar, por parte de la provincia, una excepcional de 158.00 pesos para el resto de los gastos. También recibe chequera por servicio de alimentación de 131.00 pesos para ella y sus dos niñas en el comedor del SAF (no aclara sigla), comprobando periódicamente el técnico del área que le da el uso que corresponde. Igualmente se le ha entregado ayuda con colchones: uno camero y dos personales, ropa, zapatos, equipos de cocción, una cuna y un colchón para la menor», señala el Presidente municipal.
El 19 de abril de este año, continúa la misiva, fue aprobado por el Consejo de la Administración Municipal la asignación a Daisy «de un monto de 4 730 pesos, por la condición de caso crítico con necesidades, entregándosele zapatos y ropa de mujer y de niña, toallas, una cama personal con colchón, ropa de cama y ropa interior».
Sobre la situación de la vivienda —refiere el ejecutivo— en años anteriores «se manejó la entrega de boleta para construir, la cual no fue aceptada por Esteban, alegando no tener posibilidades de construir por esfuerzo propio, a pesar de entregarle los recursos el Estado». Se valoró además la reparación de la vivienda familiar, con lo cual no estuvo de acuerdo la mamá de Daisy, que es la propietaria.
Concluye el funcionario, cuya respuesta agradezco, informando que en estos momentos la Comisión de Asignación de Vivienda del territorio decidió «no vender solar ni dar subsidio, por las características de esta familia, que se conoce venden muchas de las ayudas dadas, sino entregar una casa en buenas condiciones por el Consejo Popular del municipio que se disponga, custodiada por personal de la Dirección Municipal de Vivienda hasta estar en condiciones legales para entregar. Esta información se les dará a los recurrentes en el momento en que deban mudarse, evitando de esta forma que realicen cualquier acto que obstaculice la solución acordada».