Acuse de recibo
Germán Castillo Viera (San Francisco No. 17 e/ Alejandro Ramírez y 10 de Octubre, Cerro) y sus vecinos no entendían el porqué de los cortes eléctricos reiterados en su localidad. El fluido se estaba yendo hasta cuatro veces en las noches, con las consiguientes molestias que esto origina.
Así lo narraba el capitalino en carta publicada aquí el 28 de mayo pasado. El problema, para el que la OBE no había dado solución, se extendía desde la Esquina de Tejas hacia Vía Blanca y a ambos lados de la Calzada de 10 de Octubre, acotaba el remitente.
A propósito responde Ricardo Mangana Pérez, director general de la Empresa Eléctrica en La Habana. Apunta Ricardo que para la investigación y trámites pertinentes del caso, este fue trasladado a Jorge García Alonso, director del Despacho Provincial de Carga.
Refiere García Alonso que luego de los análisis e investigaciones pertinentes «se comprobó que el circuito Cpp8, perteneciente a la Subestación Tallapiedra, en la zona de Atarés, por donde corre el alimentador, se encuentra desde el mes de abril en rehabilitación, con más de diez grupos de trabajo renovando postes y líneas en mal estado y un grupo más pequeño cambiando las baterías y metros contadores de electricidad.
«Es importante recalcar —señala el ejecutivo— que en el período del 1ro. al 25 de mayo además de estos trabajos programados, ocurrieron en estos circuitos varias afectaciones en el horario nocturno, disparos por causas ignoradas (3), mal tiempo (1), árboles sobre las líneas (1) y desbalance (3), por lo cual fueron afectadas 5:02 horas».
Encima de eso, precisa el funcionario, «ocurrieron dos interrupciones secundarias por fusibles fundidos en transformadores, uno en 10 de Octubre, entre Agua Dulce y Alejandro Ramírez, y el otro en Alejandro Ramírez entre 10 de Octubre y Buenos Aires».
Atendiendo a todo ello, la Empresa Eléctrica capitalina califica la queja con razón. Y las evidencias de la resolución del caso se encuentran archivadas en el expediente No. 1-956-Q-C de la Oficina de Gestión al Cliente de dicha institución.
Agradezco la precisa respuesta del ingeniero Ricardo Mangana. Y solo apunto que con tantas vías posibles para hacer llegar información a los clientes, no debe esperarse a que se genere un descontento público, al menos sin que la gente domine las causas de los problemas.
Además de los medios de comunicación, están los presidentes de consejos populares, las coordinaciones a distintos niveles de los CDR, las demás organizaciones políticas y de masas... Todos los canales que se empleen para que la información fluya son pocos. Al final, un cliente con todos los elementos en su mano puede valorar con más justicia la labor cotidiana de la Empresa Eléctrica, en la que, lo sabemos, no faltan abnegación y sacrificio.
Eran las 6:00 de la tarde del pasado 27 de julio, último día de los carnavales en Santa Clara. Al Hospital Pediátrico provincial llegó la familia con la niña de 14 años. Caída accidental. Tres lesiones en el rostro, una de estas, herida mediana que podría requerir sutura. Al dolor de la muchacha y los familiares se unía la preocupación de todos por las posibles cicatrices en fecha próxima a sus 15.
Pero, según narra conmovida la abuela de la pequeña, Teresa de Jesús Martínez Castillo (calle Juan B. Contreras No. 63, entre coronel Acebo y Federico Escobar, Ranchuelo, Villa Clara), los doctores que cumplían su servicio de guardia en maxilofacial, Víctor, Miguel y la residente Iraisi, «por sus habilidades, su calidez en el trato a la paciente y sus familiares, por saber transmitirnos esperanzas de reducir las secuelas del trauma y aplicar el tratamiento idóneo para lograr el mejor resultado, que complementaron con minuciosa explicación de todo el proceso de recuperación, quedarán para siempre en nuestros corazones como ejemplo de jóvenes que ejercen su profesión con tal humanismo que nos hace recordar las palabras de nuestro Héroe Nacional José Martí: “La luz de las buenas acciones se parece a la luz de las estrellas”».