Acuse de recibo
Lázaro Ricardo Calderón (Figuras 309, entre Gloria y Corrales, La Habana) presiente que está languideciendo su carrera como profesor de Química en el Instituto Preuniversitario Gerardo Abreu Fontán, de Centro Habana, luego de 36 cursos escolares.
Lo dice con tristeza. No se acostumbra a la idea de renunciar a la cátedra, a consecuencia de algo tan simple y a la vez inalcanzable, como son unos soportes ortopédicos para sus zapatos. Cuánta sabiduría y experiencia se irá…
Lázaro Ricardo ha pasado años de pie impartiendo clases. Tiene pie plano, y le han brotado unos espolones calcáreos que le provocan terribles dolores. El ortopédico le recomendó usar soportes A.L.T. con almohadilla y tomar Ibuprofeno.
Primero visitó Ortopedia Galeano. Allí le dijeron que hace meses no hay materiales para hacer esos soportes. ¿Qué materiales son? Cartón, material sintético y vinil. «Esos materiales no aparecen en la Tabla de Mendeleiev, pero soy capaz de fabricarlos yo mismo», dice con una mezcla de ironía y humor.
Lázaro Ricardo fue a Cuba-RDA, y la respuesta es la misma. En julio, cuando me escribió, ya los dolores eran insoportables. Se le dificultaba moverse. Ya perdía la cuenta de los frascos de Ibuprofeno.
El profesor sigue visitando cada 15 días Cuba-RDA y Ortopedia Galeano, con la esperanza ya maltrecha. Y continúa recibiendo igual respuesta.
«¿Me tendré que acoger al retiro porque siento que ya no puedo seguir de pie? Ningún profesor que se respete imparte clases sentado. Y unos soportes me están dando muerte súbita laboral. ¡Qué ironía!».
¿Terminará Lázaro Ricardo sentado aburridamente en su sillón, sin salir de casa? ¿No somos capaces de aliviar la secuela de los pies dolidos de tanto caminar por la vida, en un país que envejece de manera asombrosa?
No escampa el aguacero de problemas con las prótesis y soportes. No tiene pies… ni cabeza.
Hay personas y colectivos empeñados en hacerles la vida más plena a sus semejantes. Y como la gente está tan necesitada de cumplidos y detalles, les sucede lo que a Elier Meirino Roque y su familia, que reservaron los días 28, 29 y 30 de julio, en el hotel Brisas Bella Costa, de Varadero.
Elier —quien reside en avenida 81, No. 11253, entre 112 y 120, en Güines, provincia de Mayabeque— detalla que la familia decidió reservar para celebrar el cumpleaños de su sobrina. Y desde la llegada al hotel, todo fue de maravillas, empezando por el personal de seguridad de la instalación, hasta el trato tan profesional de camareros y todos en general.
No quedaron por debajo los de Relaciones Públicas, quienes, de conjunto con el resto de los trabajadores del hotel, regalaron a su sobrina un cake exquisito y de esmerada presentación, además de hacerle una recepción en la mesa buffet.
Y desde Calle 14 Norte, edificio 4, apartamento 26 D, en el reparto Caribe de la ciudad de Guantánamo, Reina Lambert Matos cuenta que su hermana Marilín fue intervenida quirúrgicamente en julio pasado en el Hospital Provincial Agostinho Neto, de esa ciudad.
«Fue una operación sumamente compleja y delicada de un equipo multidisciplinario encabezado por el profesor y doctor Piri, que le salvó la vida».
Reina agradece también a todo el personal paramédico, técnico, de Enfermería y de Servicios de ese gran hospital. Y recuerda algo que no por común deja de ser excepcional, aunque a algunos se les olvide: «En otro país, hubiera que gastar miles de pesos. Y en Cuba es gratuito».
Este redactor agradece a Elier y a Reina su sentido de la gratitud, eso que han extraviado muchas otras personas, quienes se sirven de la generosidad y la devoción ajenas y no reparan en ellas.