Acuse de recibo
El pasado 23 de abril relaté aquí las «desilusiones» con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Holagua, de Holguín, por parte de Alexander Moret García, residente en el reparto Santiesteban de esa ciudad.
Contaba Alexander que el 5 de agosto de 2014 reportó en las oficinas de esa entidad la fosa de su casa, que requería una limpieza, y pagó anticipadamente los 20 pesos correspondientes al servicio. Y no fue hasta el 2 de marzo de 2015, cuando el carro que realiza esas operaciones visitó su cuadra. El cliente le mostró la fosa al chofer, y este le dijo que las mangueras en su poder no cubrían la longitud de 20 metros, que iba a entregar el reporte en la Empresa para que enviaran un carro de los nuevos, que tienen mayor alcance.
El 11 de marzo pasado Alexander llamó al teléfono de Holagua, y quien lo atendió le respondió que la prensa no era quien iba a resolver su problema. Le tomó el número y fecha de su reporte, y le dijo que en esos días se estaban atendiendo las fosas reportadas en agosto de 2014.
Y el 30 de marzo, cuando Alexander me escribió, aún no había aparecido el carro. «¿Qué sería de este país si todas las empresas fueran tan ineficientes?», manifestaba el remitente.
Al respecto, responde Rander M. Céspedes, director general de Holagua, que el consejo de dirección de la Empresa analizó la situación y determinó que el Jefe de Operaciones de la UEB de Saneamiento fue el máximo responsable de las molestias causadas, «por no tener control y seguimiento del reporte».
A este, agrega, «se le aplicó la medida disciplinaria de amonestación pública ante el consejo de dirección, ya que el procedimiento dice que cuando sucede una situación como esa, se debe visitar nuevamente al cliente e informarle el estado en que se encuentra su reporte y cuándo se le dará solución, lo que no sucedió con Alexander Moret García».
Refiere también que «se hizo análisis con todo el personal del departamento con acceso al teléfono, por la respuesta ofrecida de que la prensa no era quien le iba a resolver su problema, para evitar que casos como este vuelvan a suceder».
Apunta que para tener un mejor control y seguimiento a los reportes de fosa diarios, la UEB de Saneamiento, como estrategia de trabajo, ubicó a una trabajadora para que distribuya los reportes por carros, lo que conlleva a una mejor organización y control de la actividad.
Añade que, «no obstante, en el momento en que fue publicado el escrito, se encontraba el reporte del compañero Alexander en el programa de limpieza del día, y se realizó el servicio». Y concluye ofreciéndole al cliente disculpas por los daños causados.
Agradezco la respuesta, pero en el lugar de Alexander no estaría muy complacido, porque desde agosto de 2014 él reportó y pagó el servicio que tanto tardó. ¿Cómo es posible que el máximo responsable de tamaña irresponsabilidad apenas sea amonestado ante el consejo de dirección, por una indolencia que tanto hizo esperar al cliente? Una vez más, me pregunto: ¿hasta cuándo los regaños y pasaditas de mano con quienes de hecho maltratan al pueblo con sus elusiones y dilaciones?
Por otra parte, recuerdo a nuestros lectores los requisitos para atender sus historias, varias veces mencionados aquí:
No publicamos cartas anónimas. Las misivas deben traer el nombre del remitente y su dirección particular; igualmente si son a nombre de un colectivo. Se requiere también del número de algún teléfono donde pueda llamarse para aclarar cualquier duda.
La relatoría de los sucesos debe ser cronológica y bien clara y precisa, con todas las gestiones que el remitente ha hecho. La caligrafía, en el caso de las manuscritas, debe ser legible, pues hay cartas que son verdaderos jeroglíficos. Tampoco deben utilizar siglas de entidades u organismos que no sean comúnmente conocidas. Gracias anticipadas.