Acuse de recibo
El tema no es nuevo. Por eso alarma más. Y no solo a la capitalina Betty Alberta Quevedo León (Vista Hermosa No. 451, e/ Lombillo y La Rosa, Cerro). Esta remitente alertaba el 12 de febrero último sobre la presencia cada vez mayor de frutas, viandas y hortalizas maduradas «a la cañona», con sustancias químicas de nocivo impacto para la salud humana.
«He intentado buscar lugares donde se vendan los productos sin esta contaminación, que convierte el noble vegetal o fruta en cancerígeno, mas es difícil hallarlos porque esta práctica está bastante extendida», se dolía Betty Alberta.
También comentaba la lectora sobre el hecho de que no aparezcan o no se conozcan medidas efectivas que impidan este proceder, que considera verdadero atentado contra el bienestar colectivo.
Al respecto llega la misiva de Zoila Valdés Ramírez, subdirectora de Organización y Sistema de la Empresa Provincial de Mercados Agropecuarios en La Habana. Ella puntualiza que la respuesta se consultó con la Delegación de la Agricultura de la capital y esta, a su vez, con la Dirección de Sanidad Vegetal.
Explica Zoila que la maduración de productos agrícolas mediante el empleo de agentes químicos «está totalmente prohibida y todos los programas están dirigidos a tener siempre una alimentación lo más ecológica posible, sin la aplicación de fertilizantes químicos».
Añade la directiva que en la lista oficial de plaguicidas del Registro Central, consensuados con diferentes organismos e instituciones como Salud Pública y Toxicología, aparecen productos químicos «como maduradores para enfrentar y solucionar problemas de plagas, así como tratamiento a diferentes cultivos en la etapa preparatoria ante la cosecha, como son: Etefón: Ethephon CE 48; Etheohon liqsoluble 48; Ethrel CS 48; Madurex CS 48».
Su uso autorizado, especifica, es el siguiente:
•Arroz: Como regulador de crecimiento aplicado al ahijamiento.
•Café, cítricos, piña, plátano y tomate: Como fitorregulador en aplicaciones foliares para inducir la maduración de cultivos.
•Caña de azúcar: Como madurador en aplicaciones foliares de 6-12 semanas antes de la cosecha, solo a inicio de zafras (noviembre-enero).
•Tabaco: Para control del orobanche ramosa, después del desbotone se realizan tres tratamientos.
«En La Habana —sostiene la Subdirectora— no se reciben ni se tiene disponibilidades de estos productos, pues no se desarrollan estos cultivos» y se trata de «áreas pequeñas de Agricultura Urbana y Sub Urbana, cuya producción fundamental son las hortalizas».
Señala también la ejecutiva que visualmente no se puede detectar su aplicación en productos expuestos a la venta en los mercados; solo es posible en laboratorios especializados. No debe olvidarse —apunta finalmente Zoila— que también existe una forma artificial de madurar los frutos a través de la elevación de temperatura en un rango que no conlleve a deshidratación.
Agradezco la respuesta, pero existen algunas cuestiones sobre las cuales falta esclarecimiento. Por una parte, se afirma que la utilización de agentes químicos para la maduración «está totalmente prohibida» y en el párrafo siguiente se habla de productos químicos incluidos en una lista oficial —con «uso autorizado»— «como maduradores». Sería saludable puntualizar en qué se diferencian unos y otros.
Si a simple vista no se detecta la aplicación de estas sustancias nocivas, ¿cómo y mediante qué acciones se lleva a cabo el control cotidiano para impedir, por ejemplo, que cualquier vendedor inescrupuloso las use?
Y el ciudadano común, ante la sospecha de que le han vendido un engendro químicamente «cocinado», ¿a qué entidades o mecanismos puede acudir? ¿Cuáles son sus derechos y cuáles las sanciones que podrían gravitar sobre el infractor? ¿Se ha pensado o trabajado alguna estrategia para certificar en los lugares de venta y envases de productos agrícolas la no utilización de productos químicos sobre ellos?
A mi juicio falta poner en tinta y papel mucho de lo referente a este problema, para resolverlo no con curitas pasajeras —que vendrían a ser maduradores dañinos— sino con el sol del derecho y el deber ciudadanos.