Acuse de recibo
Con bastante frecuencia recalan, en este y otros espacios periodísticos, reclamos en torno a la circulación de la prensa. El periódico, como el pan, no se disfruta sino cuando se consume caliente, o, al menos, sin que el moho de la vejez lo haya minado.
Vuelvo al tema por la misiva del granmense Edilberto Cruz Montejo (calle 5, No. 200 e/10 y 12, Reparto El Valle, Bayamo). Refiere Edilberto que desde el mes de noviembre hasta la semana en que nos escribió (la del 8 de enero), la Empresa Provincial de Correos en su provincia había decidido cambiar la regularidad de la distribución de la prensa; específicamente entregar el periódico Juventud Rebelde dominical con un día de atraso, es decir, los lunes.
Ante tal decisión, Edilberto se comunicó con la compañera responsable de atención a la población de la citada empresa, y ella le informó que esa disposición obedece a que se pretende darles a los carteros descanso los domingos.
«Considero que... efectivamente los carteros también merecen descansar, pero la Empresa de Correos debe organizar la tarea con menos rigidez y optar por una solución sin afectar el servicio a los suscriptores que pagan su cuota con el fin de disfrutar, los domingos, su Juventud Rebelde. Otras dependencias de servicio permanente como policías, Comunales, personal de la salud y muchas más nunca detienen su labor», reflexiona el granmense.
«Contradictoriamente —apunta— los carteros que distribuyen en mi zona de residencia aluden a que tal decisión no es compartida por ellos, pues los afecta salarialmente».
Es la segunda ocasión en que el lector manifiesta esta inquietud a la institución, pues en octubre de 2012, ante un intento similar, acogieron amablemente su demanda y las cosas se mantuvieron en su lugar. Ah, pero la felicidad solo duró algunas semanas.
Según expresó la referida funcionaria de atención al público, el problema es de conocimiento de la máxima dirección de la entidad en el territorio. Incluso, explicó a Edilberto, ella también se afecta por la medida: recibe su periódico atrasado.
«Se ha llamado por la dirección de nuestra Revolución a rescatar la seriedad y rigurosidad en el cumplimiento del contrato como ordenanza suprema en las relaciones entre las partes. Entonces: ¿estaría la Empresa Provincial de Correos de Granma obligada a la indemnización a todos los suscriptores por la inobservancia e incumplimiento de lo pactado?», se cuestiona con justicia el remitente.
Si la medida perjudica a los suscriptores y afecta el salario de los carteros ¿pensando en quién se adoptó?
Muy mal andamos en comunidad cuando los espacios de todos son vistos como sitios de nadie. Y en consecuencia, duelen a nadie, importan a nadie. Por suerte, siempre queda la pupila inquieta de quienes ponen en primerísimo lugar el bienestar colectivo.
Así sucede con el mayabequense Manuel F. Basulto Brito (Ave. 73, No. 9007, apto. 3 e/ 90 y 94, Güines), quien no se conforma con ver cómo en no pocos de los espacios urbanos de su municipio se amontona la inmundicia. Abundan en las calles de la cabecera los basureros fuera de contenedores y los insectos, y la fetidez se hacen sentir, señala Manuel.
«Pedimos a los ciudadanos cooperación para acabar con este fenómeno o se ponen multas altas a quien lance las basuras y toda clase de escombros a las calles (...). También hay que dar recursos a los barrenderos y recogedores... pues da pena lo sucia y fea que está la ciudad...», reflexiona el lector. Ojalá su inquietud no termine en el vacío.