Acuse de recibo
Corina Rodríguez (Avenida 51, No. 9201, reparto San Francisco, Guanajay, Artemisa) es una paciente oncológica, que recibe dieta especial. O más bien debe recibirla, porque en el primer trimestre del 2011 la han desconocido.
Todo comenzó cuando el sábado 22 de enero a su barrio llegó el pollo de dieta después del mediodía, y al día siguiente a las 8:30 a.m., cuando ella fue a adquirir el suyo, ya se había terminado (¿Por qué?).
El lunes 24 Corina fue a la Empresa de Comercio y habló con los inspectores, quienes no sabían lo que sucedió y manejaron tres variantes: «el pesaje del pollo congelado», «problemas del carrero» o «a la salida del almacén». Pero le dijeron que no podían hacer nada (¿Por qué?).
Corina topó con el vicepresidente del Poder Popular en el municipio que atiende la esfera de Comercio, quien le aseguró que le pagarían la dieta. Pasaron enero, febrero y marzo, y no le hicieron justicia. Según el carnicero, había varios afectados en tal sentido.
Corina volvió a reclamarle al vicepresidente por la dieta no retribuida, y este reiteró que se le iba a entregar. «¿Pero cuándo —pregunta—, si han pasado tres meses y nada?». Ella lo considera «una falta de respeto, menosprecio a mi persona». Y tiene la razón: es inaceptable que lo que el Estado destina a los enfermos con ingentes sacrificios, se convierta en un enigma. La dieta debe figurar en la «dieta» de ocupaciones de las autoridades.
El pasado 4 de febrero reseñé el caso de Oscar Felipe Chacón, operador de máquinas de riego en la unidad empresarial de base (UEB) de Servicios Agrícolas del Complejo Agroindustrial Antonio Guiteras, municipio tunero de Jesús Menéndez: el 20 de noviembre de 2010 él fue a cobrar su salario, y se lo habían embargado, aduciendo que aún debía el set de cocción eléctrica que se distribuyó como parte de la Revolución Energética.
A pesar de sus gestiones, y de que el Banco le entregara constancia de los descuentos mensuales por el pago de los equipos, Chacón no había sido desagraviado el 11 de diciembre de 2010, cuando me escribió.
Ahora responde Wilson Morell, director general del Grupo Empresarial Azucarero Las Tunas, que a Chacón se le retuvo el salario a partir de una indicación provincial de no efectuar el pago de salarios a los deudores por concepto de equipos electrodomésticos, hasta que aclararan su situación con la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), entidad que emitió un listado de los mismos.
A Chacón se le indicó, precisa, que acreditara el pago mediante la presentación del compromiso de pago, en los tres días hábiles posteriores, pues después de transcurrido ese tiempo se liquidaría la nómina a la caja de la Empresa.
Chacón, prosigue, fue a cobrar el 24 de noviembre de 2010, cuando ya se había reintegrado a la referida caja. Y presentó al contador el submayor de crédito que, a solicitud personal, le había expedido la Sucursal 6322 del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC). Ello evidenciaba que, ciertamente, se le estaban descontando los equipos.
Detalla Morell que «por parte del área económica de la UEB no hubo acción inmediata para la devolución del salario retenido, debido al error de información brindado por la ONAT y Comercio, que no conciliaron debidamente y lo señalaron como deudor, no teniendo en ese sentido responsabilidad Chacón».
Por ello, la Dirección de la Empresa Azucarera Antonio Guiteras Holmes, de conjunto con la UEB de Servicios Agrícolas de Jesús Menéndez y el Gobierno municipal, depuró responsabilidades e inició el proceso disciplinario al jefe económico, al contador y al jefe de Recursos Humanos de la unidad. También les fue informado que el Gobierno municipal procederá de igual manera con el oficial de Gestión y Servicios de la ONAT, así como con el administrador de la unidad comercial El Trompo, ambos responsables de la conciliación incorrecta, causante del problema.
Finalmente, apunta que en la primera quincena de febrero se le reintegró a Chacón el salario retenido.
Mire usted lo que debe enfrentar un trabajador por los descuidos e irresponsabilidades ajenos. Si tuvieran que indemnizar de sus propios salarios, sabrían lo que es eso.