Acuse de recibo
Hoy responde Yosvani Morales, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Artemisa, sobre el desastre hidráulico en el poblado de Machurrucutu, irresuelto por la empresa que regía esos asuntos en la antigua provincia de La Habana, y heredado con el reciente cambio en la división político-administrativa.
El pasado 11 de febrero reflejé la denuncia de Juan Carlos Castrillo, residente en la comunidad, acerca del deterioro del acueducto de Machurrucutu: en 1994, el pozo que le abastece se contaminó por residuales de una vaquería perteneciente a la Empresa Niña Bonita, y los residentes estuvieron cargando agua durante seis años.
En 2000 comenzó a funcionar un nuevo pozo, pero la tubería era de fibrocemento. Los vecinos alertaron de que esa conductora no aguantaría la presión en un terreno con tanta piedra. Pero desoyeron sus llamados.
Así, han estado 11 años remendando la tubería. Y en enero de 2011 se detuvo el servicio. El 28 de ese mes, Juan Carlos, otro vecino, y el delegado del Poder Popular, expresaron su preocupación a las autoridades municipales: los salideros en áreas de Niña Bonita provocaban que el agua desbordada se contaminara y volviera a entrar en la tubería cuando cesaba el bombeo. Y no estaba clorada, porque el equipo «se perdió». Desde que se detuvo el bombeo, el servicio de pipas era muy irregular.
Al respecto refiere Morales que después de visitar a Castrillo se envió la brigada de rehabilitación de la provincia a las áreas de la extinta Empresa Niña Bonita, donde está enclavada la conductora que abastece, la cual data de 1961, se extiende por tres kilómetros y tiene diámetro de ocho pulgadas, ocho válvulas y un hidrante.
La brigada hizo un levantamiento y detectó salideros en cinco sitios. Se procedió a la rehabilitación de esos tramos y la sustitución total de la conductora en cuatro de estos. Se les dio mantenimiento a cuatro ventosas y se sustituyó una.
También contó que mediante un estudio de los horarios de bombeo a la comunidad, también se reorganizó el servicio. Y se trabaja en la reconstrucción de la caseta de la estación de bombeo. «Una vez concluida la rehabilitación, previstas para el 30 de marzo, comenzaremos la instalación y puesta en marcha de un equipo hipoclorador para el tratamiento del agua».
Yanivis Rodríguez (Calle 1ra. No. 159, entre Josefina y Genaro Sánchez, Víbora, Diez de Octubre, La Habana) puede estar en una lista de 200 casos que esperan; pero si usted se detiene a seguir la historia, entenderá que ciertas individualidades merecen un tratamiento muy particular.
Refiere Yanivis que su hijo presenta problemas motores, y debe permanecer casi todo el día acostado. Para el niño, el equipo de DVD representa la vida, la calle y los sitios que le están vedados, a diferencia de cualquier muchacho sin esas limitaciones.
Y en los primeros días de noviembre de 2010, irregularidades en el voltaje eléctrico dieron al traste con el DVD de su hogar. Ella hizo sus reclamaciones y hasta el presente nada ha podido solucionar.
Han ido a la Organización Básica Eléctrica de Diez de Octubre, y les dicen que no está en sus manos, que no se cuenta con proveedores de equipos de DVD en el mercado mayorista. Y en la Empresa Eléctrica provincial, en Capdevila, los han tratado con suma amabilidad, pero les dicen lo mismo, y que hay como doscientos casos aguardando.
Conozco que la Empresa Eléctrica oferta otros equipos electrodomésticos en sustitución cuando no puede reponer los averiados. Hay clientes que han optado por esa variante, pero hay quien con todo su derecho exige que se le reponga lo mismo que se le afectó.
Tampoco muchos clientes pueden entender que en el comercio minorista se vendan los DVD, y no pueda haber existencia de estos en el país para ser adquiridos por una entidad como la empresa Eléctrica, con el fin de indemnizar a su cliente.
Si no bastaran todos estos argumentos, el caso del niño es tan excepcional que debía tener prioridad, con un enfoque sensible. Al menos, la empresa debía tener la potestad de que, cuando sus proveedores no le garanticen los equipos para sustituir, al menos pueda devolverles a los afectados el importe de lo perdido.