Acuse de recibo
«Un giro hacia el maltrato», así titulé el pasado 8 de febrero la historia narrada por Yunior Hernández, sobre lo que sufrió en el correo de División, entre Cadena y Máximo Gómez, municipio capitalino de Guanabacoa, para cobrar dos giros enviados a su mamá.
Contaba Yunior que el 3 de enero de 2011, fue a percibir el importe del giro, y la cajera le informó que el dinero ya se había acabado. El 5 de enero retornó y no había dinero; le dijeron que Trasval, la entidad encargada de transportarlo, no lo había llevado. El día 6 le explicaron lo mismo. La Jefa de turno fue incapaz de darle una respuesta, y le informó que al siguiente día después de las 11:00 a.m., Trasval depositaría el dinero. El 7 Yunior volvió, y lo mismo: Trasval era el responsable. Llamó a Atención a la Población de Correos de Cuba, y le dijeron que había llegado el dinero a la unidad. Fue, y tampoco…
El día 8 fue al correo, y estaban pagando giros. Pero cuando le tocó, solo quedaba una exigua cantidad de dinero. Preguntó a la cajera si el dinero se había depositado en la mañana, y ella respondió, para su sorpresa, que era del día anterior.
A la semana siguiente, la mamá de Yunior al fin pudo cobrar los dos giros, pero él se cuestionaba la inconsistencia y el maltrato en un servicio que debía ser ágil e inmediato.
Al respecto, responde Francisco García Mayor, jefe de la División Valores Trasval, que el 28 de diciembre de 2010 recibieron solicitud para pagos de giros por valor de 19 295, 68 CUP en Correo Zona 11 (Guanabacoa), y fue entregada el 29. Este último día, recibieron solicitud al respecto por 20 372,65 CUP, y fue entregada el 30 a la mencionada unidad de Correos. Y el 30 el pedido era por 23 556,39 CUP para Correo Zona 11, el cual fue satisfecho el 3 de enero de 2011.
La siguiente solicitud, afirma, se recibió en Trasval el 6 de enero, aunque fue elaborada por Correos el 30 de diciembre de 2010. O sea, llegó una semana después. «Parece que el correo no contaba con dinero en efectivo para los pagos de giros, pero no por responsabilidad de Trasval; si no que ellos no lo habían solicitado», apunta. La solicitud del día 7, asegura, fue satisfecha al siguiente día; «por lo cual atribuimos la causa de la queja a la demora de la Dirección Territorial de Correos en la capital».
Afirma García Mayor que «no es la primera ocasión en que tenemos que ventilar imputaciones de esta índole, donde se nos responsabiliza por los errores que otros cometen. El caso de Correos es un ejemplo de que, por esos malos entendidos, nuestras fuerzas han recibido, incluso, agresiones verbales y físicas de la población, que solo se han podido solventar por el profesionalismo de nuestros compañeros».
Por su parte, Denny Vázquez, director territorial de Correos de La Habana del Este, manifiesta que, acorde con la investigación hecha, Yunior tiene plena razón. «Cuando asistió en tres ocasiones a la Oficina de Correos Habana 11, se comprobó que no recibió el trato adecuado por parte de la subdirectora de Operaciones de la referida agencia, ni pudo cobrar los giros por deficiencias en la Subdirección Económica de la Dirección Territorial de La Habana del Este».
Por ello, la Subjefe de Operaciones de Habana 11, como responsable directa, fue demovida de su cargo por un año a una plaza de menor remuneración. La Jefa de la Agencia fue amonestada en el Consejo de Dirección, al igual que la Subdirectora Económica, el Subdirector de Operaciones y la Jefa del Departamento de Ingresos, todos de la Dirección Territorial de Correos de La Habana del Este.
Refiere Denny que el suceso fue condenado en el Balance Anual de esa Dirección territorial, y se sugirió que lo analizaran en todas las agencias de Correos de la capital, para extraer las experiencias necesarias, a fin de que no se repitan hechos como este.
Ojalá con esta historia los giros tomen otro «giro» en la capital, y no se permita que le estén «trasvasando» a Trasval la responsabilidad de las insuficiencias de Correos.