Acuse de recibo
En estos finales de 2010, revelaré respuestas, algunas morosas con respecto a la publicación de las quejas o denuncias que las motivan. Ojalá que en 2011 esas instituciones lentas tomen con más respeto el valor de la inmediatez, cuando de contestar se trata.
Fechada el 12 de junio de 2010, pero realmente recibida en JR el pasado 17 de diciembre, traigo la respuesta de José Rubén Pérez, director de la Vivienda en Las Tunas, sobre la denuncia hecha aquí el 2 de mayo del presente año por Yoan Fernández (Máximo Gómez 149, Jobabo).
Yoan contaba que en noviembre de 2005, el Consejo de la Administración Municipal (CAM) aprobó la construcción de 18 viviendas para casos críticos, entre estos el suyo. Después fue un problema la ubicación del terreno y la orden de ejecución. Al final, gracias a la insistencia de Yoan, la gestión fue solucionada por la directora de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV).
La ejecución de la casa fue vinculada a la Empresa de Mantenimiento Constructivo; de la cual, asegura Yoan, no recibió apoyo. Cuando me escribió, la obra estaba a nivel de caballete. Y desde diciembre de 2007, él esperaba el techo y la terminación. Le dijeron que no había personal para instalar el techo y arguyeron dificultades para su transportación. Yoan accedió a resolver por sí mismo. Ya el techo facturado, el director de Mantenimiento Constructivo se negó a dárselo.
Responde José Rubén que, acorde con la investigación hecha, la inversión acordada por el CAM no fue nominalizada ni contratada por la UMIV. Y la entonces presidenta del CAM, María Cristina Castillo, decidió la entrega del techo; pero la autorización a Mantenimiento Constructivo no la hizo por los mecanismos establecidos, lo que explica la retención del recurso.
Precisa que se sostuvo una reunión con los implicados, incluyendo a Yoan: «Se depuraron las responsabilidades de la presidenta y directivos de la UMIV y Mantenimiento Constructivo, y se dejó definido cumplir los trámites establecidos, entre estos la terminación de la vivienda. Hoy (12 de junio) podemos informar que ya se colocó el techo, la carpintería, y se trabaja en la terminación», concluye el director.
Al cabo del tiempo, ¿se habrá terminado? Las respuestas sobre temas tan sensibles deben ser oportunas. Y prolijas: ¿Qué quiere decir: se depuraron las responsabilidades…? ¿Se tomó alguna medida con los implicados para que tal inoperancia sobre un acuerdo del CAM no se repita? Lo prometido, ante casos críticos, no debe quedar en el limbo. Hay que depurar ciertas malas costumbres.
El pasado 17 de junio Dayana Ferrer (Calle 8 No. 10, Barrio Nuevo, Florencia, Ciego de Ávila) describía el dolor de sus abuelos Isabel y Vidal, de la UBPC Ilusión, Ciro Redondo, en esa provincia, por la inconsecuencia con una decisión. En diciembre de 2007, por indicación del Gobierno municipal, se derribó la casa de los ancianos, con la promesa de hacerles una nueva en breve plazo. Pero nada se había hecho. Los viejos improvisaron un ranchito.
La abuela fue varias veces al Gobierno, sin respuesta consecuente. Dayana, aunque consciente de las dificultades, preguntaba por qué mandaron a derrumbar la casa y prometieron hacerla en breve plazo, si no había las condiciones para reemplazarla.
El pasado 16 de diciembre llegó a JR la respuesta de Hilda Lidia Díaz, jefa de Atención a la Población en la Dirección Provincial de la Vivienda en Ciego de Ávila: Se le explicó (a la abuela) por el director municipal de la Vivienda que el Plan carretera está sujeto al proceso de selección por las comisiones de la circunscripción, como una prioridad más a tener en cuenta. Y así se les dio a conocer a los delegados y presidentes de consejos populares.
Al Consejo Popular de los abuelos se le asignaron cinco terminaciones de casas. Y dentro de estas una corresponde al Plan carretera: No es la de los abuelos, porque la suya está en fase de inicio y desarrollo.
Sigue sin responderse la pregunta de Dayana: ¿Por qué entonces derrumbaron las casas y prometieron erigirlas en breve plazo?