Acuse de recibo
Por la ruta del debate público, finalmente se hace la luz. Y hasta en los casos excepcionales, se esclarecen posturas y vías de solución. El día 9 de este mes publicamos la carta de Karel Aguilar Magariño (Ave. Pedro Martínez Rojas, edif. E-14, apto. 17, Gibara, Holguín).
Narraba Karel que su único hijo había sido llevado a vivir a Austria, con su madre, cuando tenía siete años. Pero el muchacho no se adaptó a aquel ambiente y al cumplir 11, fue traído de vuelta a Cuba, con carácter definitivo.
El niño llegó a la Isla a principios de julio de 2009, y el papá realizó los trámites correspondientes para legalizar su estatus migratorio. Pero al contactar con la Dirección Municipal de Educación de Gibara, para que el pequeño se incorporara a estudiar, le comunicaron que debía presentarse a un examen para determinar su nivel académico vencido, y que esta prueba solo se hacía a nivel central (Ministerio de Educación, MINED), en Ciudad de La Habana.
Pero el padre no contaba con recursos ni familiares en la capital como para emprender esa gestión que tal vez le demoraría varias jornadas. Por eso comenzó su bregar para que los exámenes se realizaran en la misma provincia. A fin de cuentas, razonaba él, en el territorio había personal capacitado para dicha comprobación.
En la Dirección Provincial de Educación le ratificaron que lo establecido era aplicar la comprobación en la máxima instancia educativa del país. En esos avatares, el pequeño no inició en la escuela en el curso pasado, y a las alturas que vamos de este, todavía anda el papá tratando de resolver de la mejor manera el asunto.
El sábado pasado publicamos en Acuse la misiva de Daniel Vega Fernández. En un gesto de caballero solidario, Daniel ofrecía su vivienda, en Calzada No. 452 e/ E y F, Vedado, Plaza de la Revolución, para que la familia del niño —en caso de que la prueba tuviese que realizarse en Ciudad de La Habana— pudiera hospedarse y resolver de una vez el problema. Daniel podría pasar unos días en la casa de sus padres si fuese necesario.
Hoy recibimos la tercera misiva en torno al caso. La envía Margarita McPherson Sayú, viceministra del MINED que atiende Educación Primaria, Secundaria y Preuniversitaria.
Explica Margarita que en la instancia municipal y provincial de Educación —Gibara y Holguín— procedieron según lo establecido en la Resolución 156/99, en su artículo tercero.
Y apunta: «Nuestro Organismo ha utilizado una vía alternativa para solucionar la carencia de documentos que avalen el grado o nivel del estudiante que proviene del extranjero, como es el caso que nos ocupa: realizar exámenes de suficiencia en los grados de primaria y secundaria básica para homologar sus estudios, los que se realizan en el MINED, según la Resolución Ministerial referida.
«No obstante hemos autorizado a la instancia provincial, en el caso de la educación primaria, en ocasiones excepcionales, a aplicar las pruebas por los equipos metodológicos, los cuales envían al MINED una valoración cuantitativa del desempeño del estudiante ante el examen, certifican el nivel de vencimiento de los objetivos del grado y consignan la propuesta de ubicación en el grado que le corresponde según los resultados».
Y apunta la Viceministra: «Este caso no era de conocimiento de la Dirección nacional de la educación primaria y en estos momentos hacemos los ajustes pertinentes para darle solución inmediata».
A la felicidad porque se avizore la solución al problema de Karel y su hijo, este redactor suma una pregunta: ¿Por qué, desde que está analizándose este asunto, las entidades municipales y provinciales de Educación no lo habían comunicado al nivel central? ¿Cuántos malos ratos se habrían evitado?
En estas últimas líneas les comunico que, por requerimientos investigativos de mi labor como docente en la Facultad de Comunicación, no estaré trabajando en Acuse hasta el 15 de enero. El maestro José Alejandro, solidariamente, se quedará a cargo de todo. Así que hasta luego. Pronto nos vemos…