Acuse de recibo
Discriminación. Esa era la idea central de la carta que el 29 de octubre último publicamos en esta columna. Salía a la luz entonces el caso de la doctora villaclareña Ismari Saavedra Rodríguez (Calle 4ta. del Sur, No. 17, Calabazar de Sagua, Encrucijada).
La galena, graduada en 1990 y especializada en Medicina General Integral en 1995, atiende la consulta municipal de Psiquiatría infanto-juvenil, área de la que es diplomada desde hace dos años. En su misiva reclamaba el derecho a cursar una segunda especialidad que había arribado a su territorio, precisamente relacionada con la labor que ejerce.
Según contaba, en los diferentes niveles a los que acudió con la preocupación, le cerraban la puerta porque era madre de una niña Síndrome Down y no existía confianza en que pudiera asumir adecuadamente los referidos estudios de postgrado.
A propósito nos escribe el Doctor Isidoro Padilla Magdaleno, director provincial de Salud en Villa Clara. Narra Isidoro que en febrero de este año se puso a convocatoria una plaza para cursar la especialidad de Psiquiatría Infanto-juvenil y otra de Psiquiatría de Adulto, que entre otros requisitos exigían la valoración psicológica de los aspirantes por un equipo multidisciplinario en cada municipio.
La doctora Ismari —apunta el directivo— se negó a ser valorada por el team argumentando discrepancias con dos de sus integrantes. La dirección municipal nombró a otra psicóloga, quien realizó finalmente la entrevista.
«Sin que estuviera el resultado… se presenta la doctora planteando que tampoco estaba de acuerdo con el proceso y pide que se haga por una comisión provincial, a lo cual accedimos», relata.
Debía entonces acudir a ser evaluada por dicha instancia en la semana del 27 de abril al 2 de mayo, pero no lo hizo, esgrimiendo «en varias ocasiones, que no iba a competir y que había que otorgarle la especialidad por directiva del Ministerio o de la provincia, aspecto denegado, pues están bien establecidos los procedimientos de las especialidades. El hecho de haber cursado un diplomado en Psiquiatría infanto-juvenil y tener una hija discapacitada no da prioridad para la plaza».
Pero ante la inconformidad de la remitente con el proceso continuaron los trámites. Se envió a la asesora jurídica del Sectorial Provincial de Salud y al Jefe de Departamento de Medicina Legal para realizar las investigaciones correspondientes. No se revelaron violaciones.
«Posteriormente se designó en el MINSAP a una funcionaria de la Dirección Nacional de Servicios Ambulatorios que revisó nuevamente el caso, y coincidió con lo planteado por la provincia». Se le informó a la demandante y tampoco estuvo de acuerdo.
Finalmente, recibió Ismari una carta del Viceministro de Docencia del MINSAP en la que se explica que su reclamación no procede.
Agradecemos al Doctor Padilla Magdaleno su respuesta y lamentamos mucho que la doctora Ismari no haya sido sincera en su misiva. Nada se erige ocultando o falseando realidades. Y en Acuse, donde valen tanto los reclamos de cualquier ciudadano como las respuestas de una institución, solo nos guía la permanente búsqueda de la verdad.
En este sitio del capitalino municipio de Marianao, según afirma en su misiva Miguel Almira Vilacha (Calle 26, No. 1470, Apto. 3, entre Ave. 26 y calle 28, Nuevo Vedado, Plaza de la Revolución) se necesitan medidas extra de seguridad.
«Allí existe un paso peatonal elevado para cruzar hacia las escuelas de Ciudad Libertad, pero nadie o casi nadie lo utiliza… Y todas las mañanas un buen número de personas, entre ellos niños, “torean” a los autos para cruzar de una acera a la otra, con el separador central de por medio. Los contenes de este pueden servir para dar un traspié y caer a la otra senda, donde circulan los carros a una velocidad de 60 kilómetros por hora como mínimo», alerta el remitente.
La propuesta concreta de Miguel es que se coloque de manera permanente —como existe en otros sitios de Ciudad de La Habana—, una guardia de tránsito para evitar un accidente en el área. Bien valdría la pena valorar esta u otras alternativas ante el notable riesgo.