Acuse de recibo
El pasado 4 de septiembre reflejé aquí la denuncia de Rubén Pérez Abreu, campesino de la Cooperativa de Créditos y Servicios Regino Guerrero, del barrio rural La Lima, en la comunidad Fray Benito del municipio holguinero de Rafael Freyre. Él señalaba que era el mejor productor de leche y carne del municipio, y por ello la Dirección de la Agricultura le había comunicado que le otorgaría como estímulo una pipa de miel de caña, para alimento del ganado.
Sostenía que le habían sugerido excavara un pozo y lo techara para que el alimento estuviera resguardado. Él lo hizo así con no pocos esfuerzos. Y después, en la Empresa Pecuaria de Rafael Freyre le dijeron que ya no tenían asignación. Lo planteó en la reunión de la cooperativa, y le respondieron que a la miel le había caído un chubasco y ya no servía.
Aún así, Rubén dijo que la aceptaba. Pero al final le informaron que no había. Y precisaba en su carta que uno de sus hijos y el presidente de la cooperativa, habían presenciado cómo «a domicilio» se vendía la miel para ganado a 25 pesos la lata de 23 litros, desde una pipa.
Luego de manifestar su desencanto por lo sucedido, Rubén apuntaba: «mi familia y yo continuaremos haciendo lo imposible por entregar al pueblo más carne y leche cada día; pero la empresa agrícola debe cumplir sus compromisos con asuntos tan sensibles como este».
Al respecto responde Alberto Smarth, delegado provincial de la Agricultura en Holguín, que a raíz de lo publicado se formó una comisión que investigó el suceso y se entrevistó con Rubén.
Como resultado, aclara Smarth que Rubén no figura entre los mejores productores del municipio, pues solo entrega unos 186 litros al mes, y además ha vendido 11 cabezas de ganado en lo que va de año.
Al ser interrogado, Rubén dijo que él construyó el depósito por iniciativa propia, y no por indicación, para recibir la miel prometida. Y, además, que él conoce que la miel está destinada a las hembras en desarrollo y para animales en cebaderos, en lo cual él no está comprendido.
Rubén sostuvo en el encuentro que, en cuanto a la historia de la venta de las latas de miel, ello fue expresado por el esposo de una sobrina suya en el mes de julio, «y que él nunca ha escrito esto».
También puntualiza Smarth que en conversación con el presidente de la cooperativa Regino Guerrero, este expresa que el productor Rubén Pérez no participa en la asamblea de la misma ni paga las finanzas, y que el planteamiento en cuestión se pudo haber analizado a esa instancia de haberse presentado allí.
Solo faltó por esclarecer si fue cierto o no lo de la promesa de la pipa de miel.
Agradezco la respuesta. Y al propio tiempo lamento que la confianza a priori que deparamos a nuestros lectores en cuanto a la veracidad de sus planteamientos, no se corresponda con la ambigüedad de la queja de Rubén.
Mintió cuando dijo que era el mejor productor. Ahora manifiesta que construyó el depósito por iniciativa propia, y en su carta señalaba que se lo habían indicado. Ahora reconoce que él no está comprendido en quienes requieren miel. ¿Por qué entonces escribió la carta? Y el colmo es que manifieste que él nunca escribió lo de la venta de latas a 25 pesos. ¿Lo inventó este redactor, como un mitómano que se vale de los lectores para desatar sus fantasías?
Estamos comprometidos con la verdad. Y, por lo que cuenta Smarth, Rubén nos engañó, no sé por qué razón. Eso no se hace, ni en el barrio rural La Lima ni en Varadero.
Tiene razón Smarth cuando solicita «se repare el daño moral ocasionado al sistema de la Agricultura». Como mismo esta columna se solidarizó con Rubén, ahora lamenta que, por inconsistencia de quien tuvo nuestra confianza, se haya enlodado a esa institución.
En el último párrafo del Acuse de ayer, comentario al caso de Margarita Águeda Vázquez, por un error mío, donde debía decir: «Dirección de Vivienda en Cienfuegos», salió publicado: «Dirección de Vivienda en Villa Clara». Ofrezco disculpas a la institución villaclareña, y reitero que esperamos la respuesta de la entidad homóloga cienfueguera.(Jesús Arencibia Lorenzo)