Acuse de recibo
Por la trascendencia humana y en materia de comunicación que tienen los radioaficionados en catástrofes y situaciones emergentes, vale la pena analizar la inquietud que trasunta la carta de Dixan Fonseca García, vecino de La Estrella No. 8, en Guisa, provincia de Granma.
Dixan, quien es vicepresidente de la Federación de Radioaficionados de Cuba en ese municipio, refiere que hace dos años está trabajando en un proyecto de apoyo a la prevención de riesgos en la comunidad de Corralillo, en Guisa, financiado por la UNICEF.
Y para apoyar el proyecto han fabricado y puesto en funcionamiento un repetidor, que no solo da cobertura a Guisa, sino a otras regiones orientales. Con tal motivo, la UNICEF les asignó un presupuesto de 4 156 CUC para la compra de equipos de comunicación con destino a zonas donde no hay servicio telefónico, y donde la menor lluvia incomunica.
Pero como son una Organización No Gubernamental, no pueden comprar directamente en tiendas mayoristas. El Artículo 55 de la Resolución No. 57 /2004 plantea que la autoridad facultada (Agencia de Control y Supervisión) podrá emitir autorización de compra de equipos de radioaficionados a personas naturales, con certificado de capacidad o licencia vigente, para adquirir en función del uso personal, un transceptor o transmisor, así como un amplificador de potencia de radiofrecuencia de las bandas atribuidas al servicio de radioaficionados, en los establecimientos comerciales reconocidos y autorizados para la venta de equipos de radiocomunicaciones a la población.
Según la resolución —precisa Dixan—, la Agencia de Control y Supervisión puede emitir la autorización de compra, pues tenemos las licencias para operar estos equipos. Pero, ¿quién nos los compra? ¿Dónde están esos establecimientos comerciales para ventas a la población?
«Nuestro órgano de relación es RadioCuba —agrega—. ¿Solo está para representarnos o para facilitar las relaciones con otros organismos y empresas? Hemos comunicado nuestra situación a la Federación Nacional y Provincial, a RadioCuba, con el delegado del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones en la provincia y con la Defensa Civil. Y no tenemos respuestas que solucionen esta situación que fortalece las capacidades locales para la alerta temprana; pues es más factible tener un equipo permanente en estas zonas que mandar a radioaficionados cada vez que hay alguna emergencia. Esperamos que alguna institución en Cuba nos pueda comprar los equipos, pues la población en Guisa lo necesita».
Una oportunidad para todosEl tema de la intolerancia y el rechazo hacia quienes en el ámbito laboral han sido sancionados por cometer errores, lo trae en su carta la doctora Yixi Garrido Cobas, residente en la Avenida Malecón, número 42 A, en Baracoa, Ciudad Primada de Cuba.
Yixi, que es médico veterinario y tiene 33 años, cuenta que ella tuvo su propia experiencia, y por eso es tan sensible hacia ese proceder que, cuando se entroniza en un colectivo, tiende a desunir en vez de cohesionar y fortalecer.
«La vida laboral es compleja en todos los sectores, argumenta. Las personas cometen errores que muchas veces les cuesta el puesto de trabajo, pero entre esas personas que fallan hay trabajadores honestos, inteligentes, revolucionarios que no son perfectos y les ha tocado dirigir, o ser responsables de recursos materiales. Me refiero a los que no llegan a malversar, ni a enriquecerse ilícitamente ni a lucrar, pero cometen errores».
Desafortunadamente, insiste Yixi, en muchos casos esas personas cuando caen no reciben el tratamiento adecuado. Y después de ser sancionados, son rechazados en la mayoría de los casos, u olvidados, a pesar de que han llevado una vida laboral intachable, y tienen amplios conocimientos.
La doctora embiste contra el envilecimiento de no creer en la regeneración humana. Coincido con ella: hay quien se especializa en poner etiquetas y cartelitos a los seres humanos, y a difamar de ellos, tratando de obstruirles cualquier nueva oportunidad, brindando fortuitamente pésimas referencias...
«¿Por qué no darles una oportunidad? ¿Por qué aislarlos, como si tuvieran una enfermedad infectocontagiosa? ¿Por qué no aprovecharlos y enseñarles a ser más útiles? ¿Por qué no aprender de sus errores?», pregunta Yixi.
Las respuestas a esas preguntas no vendrán de un tirón, Yixi. Depende de quién esté en cada sitio y lugar, tomando decisiones. Por eso cada día hacen más falta en cargos de dirección personas sensibles y honestas, que tengan confianza en el mejoramiento humano. Los que segregan, aíslan, separan y difaman, están minando la unidad que necesitamos los cubanos hoy. Con esos no pudiera levantarse Baracoa como hoy lo hace, como lo hace el país después de dos terríficos huracanes. Esos no creen en la gente..., porque no creen ni en ellos mismos.