Acuse de recibo
Los ascensores comienzan a «destrabarse» en la capital, de acuerdo con la respuesta de Manuel Burón, director provincial de Micro Social en Ciudad de La Habana, a la queja de Belkis Meireles, reflejada aquí el pasado 18 de marzo.
Entonces, Belkis denunciaba, en nombre de los vecinos de dos edificios altos en calle E, entre 12 y Central, en Altahabana, la situación calamitosa que presentaban. En noviembre de 2007 se retiraron los viejos elevadores de esos inmuebles, y se comenzó el montaje de los nuevos. UNISA concluyó su trabajo con calidad, y todo pasó a la Dirección Municipal de la Vivienda de Boyeros, la cual contrató la reparación de la parte civil afectada: sustitución de marcos, puertas, pintura y enchape. Y estas labores, mucho más sencillas que importar los ascensores y montarlos, demoraban mucho más, para incomprensión de los vecinos.
Al respecto, informa Burón que los edificios mencionados por Belkis están incluidos dentro del crédito otorgado por Rusia, que favorece el montaje de 83 nuevos ascensores en la capital. Y destaca que en ese proyecto UNISA ha realizado una labor meritoria.
Está previsto el montaje de los elevadores en tres etapas, y en el caso de los referidos edificios estaban comprendidos en la primera. En consecuencia, fueron instalados y entregados como listos para la explotación a la Dirección de Vivienda.
En el proyecto de los 83 nuevos ascensores, se definió un cronograma de trabajo complementario, en el cual la Empresa de Servicios de la Construcción (SECONS) asumiría la impermeabilización de las cubiertas de los ascensores, la colocación y montaje de los marcos y puertas de los mismos y el cambio de la carpintería en los vestíbulos de cada piso. En el caso de Edificios Bajos y Micro Social, les correspondieron los trabajos de terminación y acabado de las entradas de puertas y otras zonas afectadas producto de los trabajos de montaje.
Aclara Burón que esas tareas han sido concluidas, y no impiden la utilización de los ascensores ya listos para la explotación. Lo que está incidiendo —y aquí llegamos al pollo del arroz con pollo— es la falta del sistema de aterramiento y pararrayos, «cuestión que es objeto de chequeo semanal (...) y que demanda la contratación de la empresa especializada en el montaje de ese sistema, sin el cual no se debe comenzar la explotación de los equipos, por el peligro y los daños que esto pudiera ocasionar, con la consiguiente rotura de los ascensores, que son electrónicos y tienen un elevado costo», precisa el funcionario.
La segunda carta es la respuesta de Hilda Arias, directora comercial de ETECSA, a la queja del capitalino José Álvarez Fuerte, recogida aquí el pasado 1ro. de abril.
José, vecino de F 106, entre Línea y 11, Vedado, denunciaba que ETECSA hace algunos años cambió en esa zona el tendido y los postes telefónicos, y en el caso de estos últimos no desinstaló los que dejó en desuso. Y ya inactivos e inclinados, constituyen un peligro en esa calle.
Al respecto, señala Arias que, de acuerdo con lo verificado, no se había desmontado la ruta vieja «porque no ofrecía peligro para la vida de los transeúntes y vecinos... No obstante, después de comprobar que todos los servicios de esa ruta habían migrado para la ruta nueva, se inició el desmonte y recogida de los materiales y soportes técnicos, concluyendo los trabajos el 4 de abril».
Asimismo, «se orientó la revisión de todos los proyectos que han implicado cambio de ruta, para planificar el desmontaje total de las que están en desuso».
Agradezco la solución del caso, pero más lo hubiesen hecho los vecinos si hace cuatro años se hubieran desmantelado esas ociosas instalaciones. Al margen de las diferentes apreciaciones de ETECSA y el lector en cuanto al peligro, cuando se sustituyen instalaciones de ese tipo, lo elegante y presentable es erradicar todo lo viejo e inservible.
Hubiera sido más integral si esa proverbial disciplina de ETECSA para responder a las quejas en esta sección, se hubiera volcado hoy en explicar por qué no se eliminaron las viejas rutas. ¿Quién asegura que un poste viejo no caiga un día?