Acuse de recibo
Hoy es día de respuestas a cartas reflejadas en esta sección. Respuestas que traen informaciones institucionales y esclarecimientos de inquietudes y problemas de los ciudadanos.
La primera la envía Hilda Arias, directora del Departamento Comercial y Mercadotecnia de ETECSA, y es al respecto de la queja de Alicia Seoane y otros vecinos del reparto Guiteras, en el municipio capitalino de La Habana del Este, aparecida aquí el 7 de marzo.
La carta de Alicia inquiría acerca de por qué hay tan escasa distribución de teléfonos en ese reparto con respecto a otros barrios de La Habana, y de la pobre información al respecto.
Manifiesta la funcionaria de ETECSA que esa zona «presenta una difícil situación con las disponibilidades técnicas de la red exterior, por lo que se autorizó ejecutar una oferta de 465 servicios a través de la modalidad de Telefonía Fija Alternativa (TFA)».
Precisa Hilda que de esa cantidad, el Consejo de la Administración Provincial (CAP) de Ciudad de La Habana le ha enviado la lista de 265 nombres ya aprobados, y ese grupo ya se encuentra en proceso de instalación. Quedan 200 pendientes de ser aprobados por el CAP, a los cuales, cuando queden definidos, se les harán los contratos y se les instalará el servicio.
Refiere finalmente la directiva que la principal insatisfacción de ETECSA es no poder expandir sus servicios con la celeridad que demanda la población.
La segunda carta de hoy la envía Leonardo Álvarez Rodríguez, director de la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía de Placetas, en la provincia de Villa Clara, en respuesta a Élida Jacomino, vecina de calle 5 número 1617, en la localidad de Bejucal, provincia de La Habana.
El 16 de noviembre de 2006, esta columna reflejó la inquietud de Élida, una placeteña ausente, que cuando el Che instaló su Comandancia en el hotel Las Tullerías de esa localidad, en los días finales de la guerra liberadora, temblorosa y deslumbrada le ofreció una taza de café.
En su carta, Élida apuntaba con tristeza que, al visitar su pueblo, observó el estado calamitoso en que se encuentra el hotel Las Tullerías, y la ausencia de una placa que recuerde el valor histórico que tuvo aquel sitio. Todo abandono.
Al respecto, refiere el director de Comercio y Gastronomía, empresa a la cual pertenece Las Tullerías, que dicho hotel hace más de 17 años que comenzó a deteriorarse, y fue necesario demoler paredes y la planta alta para evitar un derrumbe, con vistas a acometer su reparación. Pero llegó el período especial, y detuvo con sus agonías ese intento.
La situación es que Comercio Interior no posee el financiamiento para la restauración, que conlleva un gran componente en divisas, pues la obra es grande: el hotel tenía 41 habitaciones, entre las cuales, la número 22, tuvo la gloria de acoger la Comandancia del Guerrillero Heroico.
Piensa Leonardo que, dado el grado de deterioro que presenta, no sería honorable ni respetuoso que se situara ahora una tarja conmemorativa.
Y aclara que la demora en hacerle justicia al sitio se explica porque se están haciendo gestiones con la Comisión provincial de Patrimonio y las autoridades municipales y provinciales, «en la búsqueda de nuevas propuestas para la futura reconstrucción del local, a partir de la propia recuperación económica del país».
Leonardo asegura en su carta que mantendrá a esta sección actualizada de las gestiones y los pasos que se vayan dando para lograr el rescate de un sitio de tanto valor histórico.
Agradezco sobremanera al director de Comercio y Gastronomía de Placetas la preocupación en responder y explicar con franqueza lo que sucede. Pero no puedo dejar de señalar que, en tiempos holgados, con posibilidades para salvar ese sitio memorial, hubo dejadez y miopía por parte de las instituciones que deben velar por la preservación del patrimonio histórico. Hay quien solo ve la urgencia del momento y no piensa que el pan de hoy se ingiere con la memoria y la gratitud de la proeza pasada.
No obstante, el hotel Las Tullerías se salvará, para la memoria y para el disfrute en el presente. Y esta columna lo revelará cuando desde Placetas nos den la buena nueva.