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La arbovirosis continúan siendo un desafío para los sistemas de salud en la región y el mundo

Durante la inauguración del evento, el Ministro cubano de Salud convocó a los asistentes a «aprovechar este espacio de intercambio para ampliar y profundizar un debate internacional que contribuya, en primer lugar, a encontrar nuevas y útiles soluciones en pos de mitigar los devastadores efectos de las enfermedades transmisibles y avanzar, teniendo en cuenta el enfoque de Una Salud 

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Juventud Rebelde

Durante la inauguración del el 18vo Curso Internacional de Dengue y otros arbovirus emergentes, que tuvo lugar en La Habana este lunes, el ministro de Salud Pública, Dr. José Angel Portal Miranda, informó que las arbovirosis continúan siendo un desafío actual y creciente para los sistemas de salud en la región y a escala mundial, e insistió en que abordar estas enfermedades, particularmente en comunidades con recursos limitados, donde su impacto es desproporcionado, es urgente.

Portal Miranda convocó a los asistentes a «aprovechar este espacio de intercambio para ampliar y profundizar un debate internacional que contribuya, en primer lugar, a encontrar nuevas y útiles soluciones en pos de mitigar los devastadores efectos de las enfermedades transmisibles y avanzar, teniendo en cuenta el enfoque de Una Salud, en la preparación para enfrentar epidemias y pandemias, en particular aquellas producidas por los arbovirus».

El encuentro científico que ya cuenta con 18 ediciones y siempre se ha caracterizado por su calidad y alta participación internacional, se extiende hasta el próximo día 30 y es organizado por el Centro Colaborador de la OPS/OMS para el Estudio del Dengue y su Control; el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”(IPK), sede del evento; la Sociedad Cubana de Microbiología y Parasitología; el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba; y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.

«En los últimos tiempos hemos sido testigos de la rápida diseminación y el impacto devastador de nuevos virus, lo cual ha puesto en evidencia la necesidad de establecer estrategias avanzadas de enfrentamiento y respuesta a las epidemias y pandemias», subrayó el ministro en su intervención.

Solo en el siglo XXI, agregó, se ha detectado una variedad de enfermedades emergentes y re-emergentes como SARS, MERS, Zika, Dengue, Chikungunya, Cólera, Influenza, Ébola y muchas otras.

«La covid-19 fue un evento definitorio en la historia de la humanidad, que marcará por siempre un antes y después para nuestros sistemas sanitarios. Y por si lo vivido durante el enfrentamiento al SARS-CoV-2 pareciera poco, entre los años 2022 y 2024 otras emergencias de salud, producidas por la expansión de diferentes virus, en su mayoría de origen zoonótico, como, la Mpox o también llamada Viruela del Mono—declarada nuevamente el 14 de agosto como emergencia de Salud de importancia internacional—la Influenza Aviar, la encefalitis equina, y más recientemente el Oropouche, se han adicionado a la lista de enfermedades emergentes y reemergentes», sostuvo.

Esa realidad, dijo, evidencia la urgente necesidad de desarrollar intervenciones integradas, con un abordaje intersectorial en el marco de Una Salud y el incuestionable aporte, intervención y colaboración de equipos de los sectores de salud humana, animal y ambiental, que inevitablemente tienen que estar liderados por la voluntad política y el accionar de los gobiernos de cada país.

El nuevo escenario, marcado en los últimos dos años por un incremento de casos de Dengue nunca antes descrito en las Américas, a lo cual tampoco ha escapado Cuba, supone también crecientes retos para el sistema de salud.

«En la región se confirma la circulación de los cuatro serotipos, con más de 10 millones 893 547 casos, entre las semanas 1 y 28 del año 2024.

Asimismo, refirió, se encuentran co-circulando a nivel regional otros arbovirus como Zika y Chikungunya, a los cuales se suma la expansión del virus Oropouche en varios países y territorios donde previamente no se había reportado.

En relación a esta última arbovirosis, informó que hasta el 1 de agosto del 2024 se notificaban 8076 casos confirmados y dos defunciones, en cinco países de América: Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y Cuba.

Oropouche: hay mucho que aprender sobre esta enfermedad nueva

En la nación caribeña el virus Oropouche fue detectado el 27 de mayo de este año gracias a la vigilancia de síndromes febriles inespecíficos y Dengue. Hasta principios de agosto, el país registraba presencia del virus Oropouche en todas las provincias, con más de 400 casos confirmados, dijo.

La comprensión de esta arbovirosis, que ha cobrado relevancia en los últimos meses, se encuentra en constante desarrollo.

Osvaldo Castro Peraza, médico internista e infectólogo y actual jefe de servicio de medicina y consulta externa en el Centro Hospitalario del IPK, destaca que este virus ha dejado de presentarse exclusivamente en áreas rurales, afectando ahora a la población urbana y provocando un incremento significativo en el número de casos.

«Estamos observando todas las manifestaciones clínicas en su totalidad. Ya no se trata de una enfermedad tan aguda como se creía, que duraba entre seis y siete días como el dengue o el zika. Ahora hemos registrado casos con hasta tres recaídas en un mes. Las personas piensan que ya están bien, pero los síntomas regresan», explica Castro Peraza.

El Dr. Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Minsap, añade que, aunque el virus Oropouche se consideraba originalmente benigno, las experiencias recientes han mostrado que puede causar complicaciones graves. “En Brasil, donde han enfrentado el virus durante más tiempo, se han reportado casos severos, incluyendo meningoencefalitis», menciona.

«Hay mucho que aprender sobre esta enfermedad nueva», afirma Castro Peraza, subrayando la necesidad de una vigilancia continua.

El control del virus resulta complicado, ya que está relacionado con el mosquito “Culex”, que representa el 80% de los mosquitos en circulación, así como por el jején (Culicoides paraensis). «La biología de estos mosquitos es poco conocida, lo que añade un desafío al control de la enfermedad. Además, se encuentran en cualquier lugar con agua estancada», comenta.

En cuanto a la inmunidad, Castro Peraza señala que, aunque todos los virus generan algún tipo de respuesta inmune, no se conocen las implicaciones de variantes futuras. “Este virus es único, a diferencia del dengue, que tiene cuatro serotipos. Por lo tanto, la inmunidad generada debe ofrecer protección, salvo que surjan variantes significativamente diferentes».

El experto recalca la importancia de acudir al médico ante cualquier síntoma y enfatiza la relevancia de la hidratación. «Es esencial que la población enferma consulte a su médico de familia. Hacer un diagnóstico adecuado es crucial, especialmente considerando que varios virus pueden estar circulando al mismo tiempo, cómo es el caso del Dengue, que sí sabemos que puede desarrollar formas graves e incluso conducir a la muerte», advierte el experto.

Asimismo, destaca que tanto el Dengue como el Oropuche requieren atención en términos de hidratación, aunque sus efectos son diferentes. Oropouche no ha demostrado causar extravasación de plasma, pero puede provocar deshidratación por síntomas como vómitos y fiebre alta.

Finalmente, Castro Peraza advierte sobre el peligro de las coinfecciones, como dengue con Oropouche. «Los síntomas se superponen, lo que dificulta el manejo clínico y la toma de decisiones en las medidas preventivas», concluye.

(Con información de Cubadebate)

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