Un nuevo campo de investigación que continúa creciendo, proporciona información basada en la ciencia Autor: www.alteapsicologos.com Publicado: 04/07/2018 | 03:34 pm
En el momento que conocemos a alguien e iniciamos una relación amorosa, las primeras etapas son muy emocionantes, pero a medida que avanzamos hacia la rutina general de la vida, el equipaje personal comienza a colarse y podemos encontrarnos frente a sentimientos destructivos, retirada emocional y aburrimiento. Las relaciones felices y saludables son difíciles de mantener en el tiempo.
Un nuevo campo de investigación que continúa creciendo, proporciona información basada en la ciencia, acerca de cómo mejorar cualquier relación conflictiva. La ciencia del amor y de las relaciones se reduce a lecciones simples de dominar: la empatía, positividad y una fuerte conexión emocional constituyen los motivos que impulsan las relaciones a ser lo más felices posibles.
Tales motivos hace que varios especialistas recomienden las siguiente acciones para llevar una relación saludable.
Constante conexión emocional
Cada pareja tiene diferencias. Lo que las hace infelices es cuando tienen una desconexión emocional y no pueden tener una sensación de seguridad o refugio estable con esa persona.
«Cuando eso sucede, las personas sienten que se están alejando cada vez más hasta que ya no se conocen », dice Cole.
Una relación se trata de estar en sincronía emocional en todo momento. Las parejas deben aprender a hablar sobre sus sentimientos de una manera que acerque a la otra persona. Se debe fomentar la respuesta emocional aprendiendo a relacionarse gracias a conversación sin críticas.
Emociones hacia lo positivo
Según Carrie Cole, directora de investigación del Instituto Gottman, ––organización dedicada a la investigación del matrimonio––, la desconexión emocional puede ocurrir fácilmente en cualquier relación cuando las parejas no están haciendo cosas que crean positivas.
Una forma de terminar con estas inseguridades es encontrar maneras de felicitar a tu pareja todos los días, ya sea expresando tu agradecimiento por algo que haya hecho por ti. Esto último les gusta escuchar a las personas, dice Cole.
Este ejercicio puede lograr dos cosas beneficiosas. Primero, reconoce el esfuerzo de tu pareja y le ayuda a sentirse bien consigo mismo. Y segundo, sirve para recordarle por qué la o lo elegiste por sobre otras personas.
Razón, no solo tu corazón
Cuando se trata del cerebro y el amor, la antropóloga bióloga e investigadora principal del Instituto Kinsey Helen Fisher descubrió, tras someter a varias personas a un escaneo cerebral, que existen tres componentes neuroquímicos esenciales en las personas que reportan una alta satisfacción en las relaciones. Una relación necesariamente debe practicar la empatía, controlar el estrés y mantener puntos de vista positivos sobre cada uno.
En una relación, la empatía se convierte en una fuente de información necesaria para seguir construyendo un futuro en conjunto. Controlar el estrés y las emociones se reduce a un concepto simple: «Mantenga la boca cerrada y no actúe», dice Fisher. Si no puedes evitar volverte loco, toma un descanso yendo al gimnasio, leyendo un libro, jugando con el perro o cualquier cosa para salir de un camino destructivo.
Los puntos de vista positivos, a los cuales Fisher llama «ilusiones positivas», se traduce en reducir la cantidad de tiempo que pasas pensando en aquellos aspectos negativos de tu relación. «Ningún compañero es perfecto, y el cerebro está bien construido para recordar las cosas desagradables que se dijeron», dice Fisher. Lo único que debes hacer es enfocarte en lo que es importante, para tu cuerpo, mente y relación.
Relaciones felices, vidas felices
En última instancia, la calidad de las relaciones de una persona dicta la calidad de su vida. «Cuando sabemos cómo curar [las relaciones] y mantenerlas fuertes, nos hacemos resistentes», dice Sue Johnson. Todos estos clichés sobre cómo el amor nos fortalece no son solo clichés; es fisiología.
Lo único que erige una red de seguridad en nuestras vidas es la conexión que tenemos con las personas que amamos.