El gobierno británico planea prohibir el envío de mensajes cifrados como los que utilizan las aplicaciones de teléfonos móviles y correos electrónicos, a partir de 2016.
La intención fue revelada por el primer ministro David Cameron, al analizar el atentado terrorista contra el semanario francés Charlie Hebdo que dejó un saldo de 17 muertos.
El objetivo es poder conocer planes fraguados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, situación que hoy no es posible por el cifrado de los mensajes.