Una red de prostitución montada a través de la red social Facebook fue desmantelada por la policía de Los Ángeles, California, Estados Unidos, en colaboración con el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Dos sujetos, cabezas de la red, se dedicaron a estudiar perfiles de «usuarias» y les ofrecían diferentes propuestas de trabajo, tras lo cual eran explotadas sexualmente en prostíbulos ubicados en Los Ángeles, Nevada, Florida, Nueva Jersey y Hawaii.