Realizar ejercicios físicos y mantener una alimentación adecuada anula la predisposición genética a padecer obesidad, destaca un estudio divulgado en la revista Plos One, destaca PL.
Según explican los autores del trabajo, las personas no tienen porqué ser obesas, siempre y cuando practiquen deporte y tengan un alto grado de adherencia a la dieta mediterránea.
El informe, elaborado por especialistas del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), España, analizó los dos principales genes relacionados con la obesidad: el FTO (responsable de la acumulación de grasa) y el MC4R.
Tras analizar los resultados observamos que los efectos del FTO confieren una predisposición a la obesidad, asociándose significativamente con un mayor índice de masa corporal, y prevalencia de exceso de peso, mientras que MC4R tenía efectos aditivos, explicaron los investigadores.
Los individuos con presencia simultánea de ambas variantes genéticas presentaban mayor peso que si solo tenían una de las variantes, indicaron.
La investigación abre una puerta de esperanza frente a la creencia de que contra la genética no se podía luchar, manifestó Dolores Corella, coordinadora de la investigación.
En 2011 otro estudio, esta vez británico, también determinó que el efecto del gen FTO sobre el riesgo de obesidad es casi un 30 por ciento más débil entre aquellas personas que desarrollan actividad física.